“La administración de Javier Milei ha socavado los cimientos mismos del contrato social de Argentina en torno a los derechos, tanto laborales como civiles”. Con este duro diagnóstico, la International Trade Union Confederation (ITUC) –la central de gremios más grande del planeta –caracterizó al gobierno argentino, en una larga editorial publicada en su sitio web donde analiza el primer año de gestión libertaria. en la nota además critica la forma de “criminalizar la disidencia” que tuvieron estos 12 meses, y que apuntaron de forma directa a las organizaciones gremiales y sus dirigentes. El diagnóstico incluye una advertencia sobre los trabajadores “bajo asedio” y el crecimiento de la pobreza y la desigualdad. Dos ejemplos claros de esta realidad que marca la entidad internacional son el ataque directo al Estado y sus empleados, simbolizado en el plan motosierra que ajustó de forma brutal el gasto público, y el enfrentamiento con las universidades nacionales. En ambos casos la resistencia generó grandes movilizaciones, y son el foco de una oposición desarticulada al principio, pero que fue encontrando sus caminos de unidad con el correr de los meses, como puso verse en la jornada de lucha de la semana pasada, donde las dos CTA actuaron en coordinación luego de años de fractura.
El primer año del gobierno de Milei deja muchas aristas de análisis. Un plan económico que logró de alguna manera frenar la inflación, pero a costo de una caída del consumo y los ingresos. Desde un comienzo la relación con los gremios fue compleja, y hubo ataques directos a las organizaciones, comenzando con el llamado “protocolo anti piquete”, que hizo que las marchas sean reprimidas desde el comienzo de esta gestión. “La administración de Milei no solo ha marginado a los trabajadores, sino que ha suprimido activamente su capacidad de protesta”, alerta la ITUC, que recordó que “nuevas leyes imponen severas sanciones a los organizadores de protestas sociales, incluyendo posibles penas de prisión de hasta seis años”. “Esta represión, acompañada por un ejército paralelo de trolls en redes sociales, es un recordatorio contundente de que el gobierno de Milei prioriza los intereses del capital sobre los derechos de las personas. Al sofocar la disidencia, busca silenciar las voces que claman por equidad, justicia y equidad”, agregó la entidad.
La clara postura de la ITUC se contrapone con lo que sucede con la CGT, la principal central obrera del país. La fractura dentro de la central con sede en Azopardo comenzó con las dos miradas enfrentadas respecto al gobierno, entre dialoguistas y combativos. Los primeros se impusieron, y mediante una serie de negociaciones con el oficialismo, mantiene las perspectivas de lograr cambios en las políticas laborales mediante el consenso. Pero la imposición del DNU 70 y la Ley Bases, con su reforma laboral a cuestas, parece desmentir cualquier tipo de logro. Esta semana, la llegada de Octavia Argüello al triunvirato en representación de Camioneros y Hugo Moyano abre una nueva etapa, mientras los sectores más duros no terminan de cuajar un frente al estilo del MTA, y quedan a la sombra de la revitalizada CTA, que en su proceso de unidad mostró poder de movilización con una jornada de lucha multitudinaria. En este contexto, pese a los pedidos de estos sectores y el clasismo, un tercer paro nacional parece muy lejano, incluso en un mes conflictivo como diciembre.
Pelea contra el Estado
En este escenario, dos cuestiones sobresalen y sirven para entender los caminos iniciados por la gestión libertaria. El ataque frontal al Estado nacional y sus trabajadores comenzó en el día uno de gobierno. Para comenzar, cumpliendo una de sus promesas de campaña se eliminaron 13 ministerios, se cerraron organismos estatales y se les recortó drásticamente los presupuestos destinados a Ciencia, Cultura y Educación, entre otras áreas. Según los propios datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) casi 30 mil empleados dejaron sus cargos; hasta el mes de octubre eran 28 mil los que habían sido desvinculados de sus puestos o recibidos ofrecimientos de retiros voluntarios. Esto le generó un duro enfrentamiento con los gremios estatales, en especial ATE, que está en medio de un plan de lucha contra estas medidas de ajuste.
Uno de los primeros ministerios que removieron fue el de Mujeres, Géneros y Diversidad, absorbido por Capital Humano, la cartera liderada por Sandra Petovello. Sin embargo, el desfinanciamiento que sufrió esa área fue contundente debido a que la subsecretaría que se ocupaba de la prevención contra la violencia de género fue eliminada y la línea 144, destinada al acompañamiento de víctimas, fue reducida al mínimo. Además, se desfinanciaron programas que tenían como objetivo ayudar económicamente a aquellas mujeres que no podían abandonar su casa por cuestiones de dinero. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación pasó a depender de la Jefatura de Gabinete, y se encuentra bajo la secretaría de Paula Nahirñak. Según la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología, la inversión que se produjo este año en el sector recibió los valores más bajos “desde la recuperación de la democracia”.
Paralelamente, el gobierno nacional cerró los ingresos en la carrera de investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), disminuyó las becas y despidió al 15 por ciento del personal administrativo; además, dejó sin efecto el funcionamiento de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación y proyectos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y del Instituto de Tecnología Industrial (INTI). E este sentido, desde ATE en el CONICET alertaron a Data Gremial que esperan “las altas de más de mil investigadores y personal de apoyo ya concursadas que no fueron efectivizadas, por el financiamiento de los proyectos, y el aguinaldo para becarios”. Para protestar por esta situación, hoy martes se organiza una vigilia en el Polo Científico y Tecnológico. La actividad está convocada para las 17, y prevé la participación de investigadores y artistas. Participarán Cora Gamarnik, Tenor Obrero, Koufequin, La Calle no se Calla, Tachame la Doble, Ana Clara Moltoni, Mil Guitarras Para Victor Jara y Samba Marta.
Universidades en la mira
Si un sector estuvo movilizado contra las políticas de Milei fue la educación superior, que sufrió un violento ajuste presupuestario y la pérdida salarial más importante en décadas entre docentes y nodocentes. En este primer tramo de gestión, hubo fuertes conflictos con el sector universitario, que atravesó un año cargado de dificultades económicas incluso para pagar los servicios básicos. Debido a esa cuestión presupuestaria, docentes, nodocentes, gremios, dirigentes políticos y alumnos de las diferentes facultades de todo el país se manifestaron frente al Congreso y casas de estudios para reclamar mayores recursos. El reclamo se llevó a cabo bajo el lema "Sin salarios, ni presupuesto no hay educación", con la simpatía de todos los sectores sociales y políticos. Participaron más de 800 mil personas, que reclamaron por el presupuesto correspondiente "para que las luces de las aulas no se apaguen y el hijo de obrero pueda concluir su trayecto profesional". En contrapeso, el gobierno nacional reclamó la realización de auditorías en todas las casas de estudio para revisar las cuentas y gastos.
“El primer año de gestión de Milei es el del ajuste más grande y más importante de los últimos 30 años sobre la educación pública y las universidades”, le dijo a Data Gremial el dirigente de la CONADU Histórica Luis Tiscornia. Para el referente sindical, se trató de “un ajuste totalmente irracional que puso en peligro el funcionamiento de las universidades”.
En ese contexto, recordó que en abril “muchas facultades no podían pagar los servicios”, pero los docentes, nodocentes y las autoridades “nos pusimos de pie, y en ese famoso 23 de abril más de un millón y medio de personas se movilizaron en todo el país y le abrimos la mano al gobierno, para que por lo menos se puedan garantizar que las universidades abiertas”. Esta marcha se repitió el 2 de octubre, con otra muestra de apoyo multitudinario. “El gobierno quiere privatizar las universidades públicas, es muy importante aclararlo, este gobierno fanático del mercado quiere que la educación sea una mercancía, nuestro triunfo fue que se logró que Milei diga que no se arancelará el sector”, explicó Tiscornia. Pensando en el futuro, el dirigente alertó que “mientras este gobierno esté, vamos a tener que estar defendiendo la universidad pública, tenemos una perdida inédita de los salarios, son las políticas de ajuste que benefician a unos pocos, y perjudican a la gran mayoría”, concluyó.