El último martes el Congreso chileno aprobó la ley que reduce la semana laboral. Se trató de un proyecto presentado por el Partido Comunista hace seis años atrás, y con el gobierno del presidente Boric lograron un acuerdo entre el oficialismo y la oposición. El proyecto de ley ya había sido votado en el Senado, y ahora fue aprobado en Diputados por 127 votos a favor, 14 en contra, y tres abstenciones.
La aplicación de la reforma al Código del Trabajo que bajará de 45 a 40 horas semanales, será gradual y su implementación total tendrá un plazo máximo de hasta cinco años, en 2029. La normativa, a la que se le aplicaron varias modificaciones en el recorrido legislativo, beneficiará de forma directa a unos 4,7 millones de empleados, de una población activa de casi el doble.
Chile se convierte en el tercer país de América Latina con una carga laboral de 40 horas semanas, al igual que Ecuador y Venezuela. Mientras que, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, rige 48 horas. En cambio, Brasil, El Salvador y Guatemala tienen una semana laboral de entre 42 y 45 horas semanales.
Por su parte, el presidente chileno, Gabriel Boric, celebró a través de sus redes sociales: "Tras muchos años sumando apoyo y dialogando, hoy por fin podemos celebrar la aprobación de este proyecto que reduce la jornada laboral, un proyecto profamilia que apunta al buen vivir de todas y todos".
En la misma línea, la portavoz de Gobierno y también es una de las exdiputadas que impulsó la ley, Camila Vallejo, expresó con mucha emoción que “es una buena noticia para la política. Hoy demostró que puede estar a la altura de los desafíos que plantea el pueblo de Chile”.
En tanto, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara señaló que "para las personas que están en sus casas (...), que muchas veces deben dejar a sus hijos dormidos porque deben salir muy temprano, este es un proyecto que va a contribuir enormemente a nuestra calidad de vida”.
La nueva ley, que todavía le falta la firma de Boric para comenzar a implementarse, tiene un plazo de cinco años para lograr la reducción de las cinco horas. Será de manera gradual: durante el primer año la jornada laboral será de 44 horas, disminuirá a 42 en el tercer año de aplicación y a 40 horas luego de cinco años.
La ley prevé la posibilidad de trabajar cuatro días y descansar tres (a diferencia de la legislación actual, que obliga a un mínimo de cinco días laborales).
¿Qué sucede con la informalidad?
La normativa no abarca al trabajo informal que en Chile alcanza al 27,3%. Según manifestó el economista Gonzalo Durán, de la Fundación Sol, un centro de estudios relacionado con el trabajo, "lo que hace este proyecto es profundizar ese margen de maniobra que tiene el empresariado al permitir (...) esta suerte de pactos de adaptabilidad entre las y los trabajadores para extender la jornada" laboral más allá de las 40 horas previstas en la ley.
En diálogo con Radio Universidad de Chile, Durán señaló que eso se suma al posible "no pago de horas extras y otras series de disposiciones que promueven la flexibilidad en torno al horario de trabajo".
Según la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), América Latina es una de las regiones en donde más horas se trabaja al año, con una de las tasas de informalidad laboral más altas