Con el fin de la moratoria previsional, solo una de cada diez mujeres podrá jubilarse

En el caso de los hombres, la cifra asciende a tres. El Gobierno Nacional no dio indicios de renovar el régimen especial que permite a las personas que no completaron los años requeridos jubilarse. La fecha vence el próximo 23 de marzo, que es cuando culmina el plazo establecido por la Ley 27.705. 

Lunes, 13 de enero de 2025 10:16

El Gobierno Nacional no prorrogará la moratoria previsional vigente, que vence el 23 de marzo de este año, por lo que a partir de ahora solo una de cada diez mujeres y tres de cada diez varones podrán jubilarse. El programa, que permitía regularizar aportes faltantes hasta 2008 y acceder a una jubilación mínima mediante un plan de cuotas, será borrado de un plumazo. 

Tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, como otros funcionarios, le han adjudicado a la moratoria la responsabilidad por las bajas jubilaciones en general. "La moratoria licuó las jubilaciones", había señalado Caputo en marzo pasado en respuesta a que el gobierno estaba licuando los haberes. 

Con la moratoria caída, el gobierno le ofrece al trabajador dos alternativas: seguir trabajando hasta completar los 360 aportes o acceder a la Pensión Universal del Adulto Mayor (PUAM), que paga un 80% de la jubilación mínima pero que se otorga a partir de los 65 años, con lo que se extiende de hecho la edad jubilatoria de las mujeres al tiempo que no da derecho a pensión por viudez y no toma en cuenta los años de aportes jubilatorios realizados. Además, esta opción está limitada solo a personas en situación de vulnerabilidad.

Moratoria Previsional

La moratoria previsional en Argentina es un régimen especial que permite a las personas que no completaron los años requeridos de aportes al sistema previsional acceder a una jubilación. Este mecanismo es particularmente importante para quienes han trabajado de manera informal o no pudieron realizar aportes regulares durante su vida laboral.

Además, el mecanismo permite regularizar los años de aportes faltantes mediante el reconocimiento de deuda previsional, que generalmente se paga en cuotas descontadas directamente del haber jubilatorio.

En 2023, durante la gestión de Alberto Fernández se lanzó un nuevo plan de Pago de Deuda Previsional, con opciones para trabajadores en actividad y personas ya en edad jubilatoria.
La importancia de la moratoria surge de las estadísticas públicas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), que indican que en el primer semestre de 2024 (último dato) se sumaron 216.621 nuevos jubilados, de los que 160.163 lo hicieron por la vía de la moratoria (74%) y solo 56.458 (26%) no precisaron de ese mecanismo.

De acuerdo con trascendidos surgidos de Anses, dados a conocer la semana pasada, tres de cada cuatro jubilaciones otorgadas en 2024 lo fueron a través de moratorias.
A junio de 2024, la administración pagaba 5,62 millones de jubilaciones, de los 3,78 millones se alcanzaron vía moratoria y 1,84 millones por los mecanismos sin moratoria.

Sin embargo, el ajuste del gasto previsional en 2024, del 30% según diversas cuentas, indica que para el gobierno de turno los derechos de los jubilados con aportes no son intocables.

De acuerdo con una fuente con conocimiento del tema, a medida que se acerque la fecha del fin de la moratoria, el gobierno incrementará sus criticas a este esquema y aprovechará el contexto para plantear sus iniciativas para el tema previsional, especialmente la posibilidad de volver a un régimen privado complementario del actual, tal como quedó expresado en el acta firmada el 9 de julio de 2024 en Tucumán tanto por el presidente como por casi todos los gobernadores.

Es decir, ante el problema de fondo que es el prolongado vaciamiento del sistema previsional, el gobierno pretende acentuar esa tendencia sacándole más aportes para que vayan a un renacido sistema privado.

Vaciamiento

La destrucción financiera del sistema previsional es la consecuencia de varios factores. El más importante es la amplitud del trabajo no registrado, que alcanza al 50% de los trabajadores en actividad. Es decir, la Seguridad Social solo recibe la mitad de la plata que debería, que se divide en dos partes: el aporte del asalariado, del 11% de su salario, y la contribución de la empresa, de entre el 18 y el 20% de la masa salarial.

De esta manera, el gobierno nacional considera que la falta de aportes previsionales es una responsabilidad del trabajador. La propia moratoria así lo indica al exigirle al jubilado que se haga cargo de los aportes no realizados por sus patrones. Esta mirada contradice la legislación y la jurisprudencia: para la Justicia, el responsable de realizar los aportes es el empleador, no el empleado.

Otro factor que impacta en la recaudación para la Seguridad Social son las reducciones de las contribuciones patronales allí donde hay empleo registrado. Desde el gobierno de Carlos Menem, en los años 90, se ha vuelto una práctica común que el “fomento” de la actividad económica privada pase por una reducción del dinero que una empresa debe entregar a la Seguridad Social. Así, la contribución patronal puede llegar a reducirse a 0 en el caso de la contratación de nuevos trabajadores.

 

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