La situación en Coronel Suárez con DASS no parece mejorar: la empresa se muestra firme en su decisión de cerrar su fábrica de calzado y dejar en la calle a 360 personas. Además, reciéntemente desde la firma despidieron a sus seis empleados que trabajaban en el outlet comercial, en una clara señal de la profundización en su decisión. Desde el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires buscaron intervenir pero no se llegó a un acuerdo posible. Se convocó a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes 20.
“Complicada", fue el calificativo utilizado para definir la reunión y la situación que tiene en vilo a más de 300 personas de la ciudad. Según trascendidos ante la pregunta de los funcionarios acerca de si la firma se encuentra en una situación donde requiriesen ayuda o manifestaban problemas financieros, la respuesta fue negativa.
Días atrás, desde la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina señalaban que no había “grandes expectativas”, en revertir la decisión. Además agregaron que uno de los principales problemas fue el desmedido crecimiento de las importaciones, lo que incide particularmente con la industria local. “Son 450, 500 millones por mes que se acaban en Coronel Suárez. Es una debacle”, manifestaron.
En ese sentido, fuentes sindicales consultadas resaltaron que en el acta de la audiencia, firmada por la empresa, figura el compromiso de pagar indemnizaciones completas, según el artículo 245 de la Ley de Contratos de Trabajo, y no al 50 por ciento, como lo establece el artículo 247 de la misma ley, "por motivos de fuerza mayor".
Según estimaciones, el acumulado total entre todas las indemnizaciones rondaría en torno a los 6 y 8 millones de dólares, debido a que la mayoría de los trabajadores tiene muchos años de antigüedad. Situación particular ya que esa misma plata, dicen los trabajadores, podría reinvertirse en un sostenimiento o mejora de algunos sueldos del sector, o bien como capital de inversión para la fábrica, a la espera de un cambio en la deriva macroeconómica.
Antecedentes
Durante el gobierno de Alberto Fernández, el mismo grupo Dass intentó despedir trabajadores en su planta de El Dorado, Misiones, donde ahora concentrará su actividad, pero una firme intervención conjunta, del sindicato y las autoridades de entonces, lo impidió.
Otro foco de conflicto es el destino de las máquinas, ya que se trata de una actividad intensiva en capital y tecnología. El sindicato evalúa cómo impedir que la empresa se lleve las máquinas para montar la fábrica en otro país, donde las condiciones competitivas y cambiarias sean más favorables. Una parte del parque tecnológico fue renovado hace apenas un año.
Algunos números
En diciembre, la fábrica terminó ocho mil pares de calzado y había otros 24 mil por terminar de ensamblar. El destino tanto de los bienes terminados como de los insumos suele ser factor de disputa en estas situaciones, porque es uno de los pocos elementos a los que pueden recurrir los trabajadores para garantizarse, al menos, el cobro de la indemnización.
La fábrica, que abrió en la década del setenta bajo el nombre de Gatic, primer licenciatario de Adidas en el país, es el principal empleador privado del distrito. Desde entonces, cambió de manos cuatro veces y sobrevivió a las sucesivas crisis y cambios de rumbo del país desde entonces.