Este lunes por la mañana en la sede central del PAMI en Ciudad de Buenos Aires se le impidió el ingreso a más de 50 trabajadores de la institución, momento de “fichar” para ingresar a sus puestos de trabajo. Horas más tarde, se confirmaron más de 200 despidos y se cree que el número total de desafectados puede llegar a 300, en lo que se se enmarca dentro de las 1.400 cesantías que el Ejecutivo tiene en la cabeza para recortar en el área de Salud: “Esta masacre nunca se vio”, dice uno de los afectados, entre los que hay una madre con un hijo discapacitado.
Entre los afectados hay personal médico, administrativos y psicólogos, así como trabajadores de más de 15 años de antigüedad en la institución. Según trascendió, los despidos que se llevarán a cabo fueron comunicados de manera informal por los gerentes de cada área. En total ya serían más de 550 despidos en el PAMI en los últimos 13 meses, según expresaron los gremios del sector.
“Al momento de ingresar, técnicamente mi dedo marcaba, pero fui echado verbalmente. No me dejaron entrar”, manifiesta uno de los trabajadores afectados, y continúa: “No subí a mi puesto de trabajo porque a compañeros en la misma situación, los gerentes los echaron y les dijeron que no podían estar en las oficinas”.
Por ahora no hay vallas en el lugar, aunque el personal de seguridad está presente en el edificio. “Claramente nos echaron a dedo. Los directivos del PAMI se desligaron de las desvinculaciones y nos dijeron que la orden vino del Ministerio de Salud”, expresó otro de los afectados. La gran mayoría de los echados ingresaron desde el año 2019 en adelante.
Hasta ahora, el Pami -con Esteban Leguízamo como director ejecutivo desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada- venía desarticulando programas, sufriendo recortes y ajustes en distintos servicios para las personas mayores como por ejemplo en el caso de los recortes en la entrega de medicamentos al PAMI. Pero los trabajadores aseguran que este vaciamiento tendrá un impacto todavía más fuerte entre los afiliados y afirman que el objetivo del gobierno para este año es reducir todo lo que pueda.
Más testimonios
“Hoy fue un día horrible y no hay nada certero, excepto que echaron a un montón de compañeros de PAMI Central y en varias agencias. Se rumorea que el viernes va a haber más despidos y todo es incierto porque a nadie le llega el telegrama, pero sí llegan a su puesto de trabajo y les dicen que ya no pueden estar, es todo muy desprolijo, algunos pueden fichar, otros ya no pueden fichar con el dedo”, argumentaron.
Además, expresaron que este martes “aparecieron los gremios, que se unieron y hablaron de hacer una asamblea y, el viernes, un reclamo en las puertas de PAMI Central”, pero que durante mañana “subieron a hablar con las autoridades de PAMI y bajaron diciendo que estos despidos son a través del Ministerio de Salud, no del PAMI directamente”. “Nos dio la sensación de que se lavan las manos”, dijeron.
“No se sabe qué va a pasar con los que echaron. Tengo el caso de una compañera a la que echaron a la semana siguiente de que fuera echado su exmarido del Ministerio de Justicia, después de 31 años trabajando ahí, contratado. En 15 días una familia se quedó sin trabajo”, cerró uno de los testimonios.