Efectos del plan motosierra: aumentó la desocupación en el segundo trimestre del año

Según los datos del INDEC, en ese período del desempleo creció entre abril y junio y se ubica en un 7,6 por ciento. Además, hubo un incremento de la subocupación y la precarización laboral.

20 de septiembre de 2024

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) reveló ayer jueves que el desempleo en la Argentina alcanzó el 7,6 por ciento en el segundo trimestre de 2024, afectando a 1,7 millones de personas. Este dato representa un aumento de 1,4 puntos porcentuales en comparación con el mismo período de 2023, cuando la tasa se ubicaba en 6,2 por ciento. La suba de este índice muestra que la recesión tuvo su efecto en la actividad, como marcan otros reportes.

Entre las zonas más impactadas por la desocupación se encuentra el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde el desempleo llegó al 9,1 por ciento. Otras áreas afectadas incluyen el Gran La Plata con 9,9 por ciento y Bahía Blanca-Cerri con 7,5 por ciento. En tanto, la región Pampeana también experimentó un fuerte incremento, alcanzando el 7,6 por ciento.

El informe también revela diferencias importantes en la tasa de desocupación entre géneros. Mientras que el desempleo para las mujeres alcanzó el 8,4 por ciento, la cifra fue del 6,9 por ciento para los varones. Estas disparidades refuerzan la necesidad de políticas laborales inclusivas para reducir la brecha de género en el empleo.

Subocupación y precarización laboral

Además del desempleo, la tasa de subocupación se ubicó en el 11,8 por ciento, lo que indica que muchas personas empleadas trabajan menos horas de las deseadas. En este contexto, el 29,7 por ciento de la población está bajo presión en el mercado laboral, una combinación de desocupados, subocupados y ocupados demandantes.

El nivel educativo de los desocupados es otro dato relevante del informe del INDEC: el 73,8 por ciento de las personas sin empleo completó el nivel secundario, mientras que un 26,2 por ciento cuenta con estudios superiores o universitarios, completos o incompletos. Esto evidencia un problema estructural que afecta tanto a personas con poca formación como a quienes tienen mayor nivel educativo.

Perspectivas

Lo más preocupante, es que este escenario tiende a profundizarse. Si se comparan los resultados de la EPH del primer trimestre del año con los datos del segundo, se observa que el empleo registrado perdió 60.400 trabajadores, mientras que el empleo en negro sumó a 328.300 personas. Aunque son múltiples los factores que explican esa situación, uno de los más determinantes es el efecto del freno de la obra pública. La decisión de Nación de dejar de financiar proyectos de infraestructura llevó a que decenas de miles de trabajadores de la construcción que estaban registrados pasaran a trabajar en la informalidad.

Por otra parte, se puede poner en discusión la calidad de los nuevos empleos generados. Medido en números, la cantidad de ocupados creció de 19.003.000 a 19.278.000, lo que marca una diferencia de 275.400 personas aproximadamente. Entre ellos, 78.100 se sumaron al sector formal registrado, mientras que uno 246.100 consiguieron trabajo informal, por lo que no tienen descuento jubilatorio ni actualizaciones salariales por paritarias.

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