Un juez federal de San Francisco dictaminó que X, anteriormente llamado Twitter, deberá enfrentarse a una demanda por parte de empleados que acusan a la compañía de no pagar los bonos anuales prometidos. La decisión del juez el viernes rechazó la solicitud de la empresa de Elon Musk de desestimar el caso.
La acusación fue presentada en junio de 2023 por Mark Schobinger, exdirector senior de compensaciones de X hasta su desvinculación de la firma en mayo. La petición legal busca lograr el estatus de acción de clase para los empleados actuales y anteriores de la red social que no recibieron su bono correspondiente al año 2022. El Juez Vince Chhabria dictaminó que la demanda contra X era plausible y permitió que el caso avanzara, según informó Business Insider.
La demanda señala que, a pesar de las repetidas promesas realizadas por ejecutivos antes y después de la adquisición de la empresa en octubre de 2022 por el magnate Musk, la compañía no cumplió con el pago de los bonos.
Según la acusación, se prometió a los empleados que se les abonaría el 50% de sus bonos de 2022, pero estos pagos nunca se realizaron. Se estima que la cifra adeudada supera los U$S 5 millones, según informó New York Post.
Detalles del fallo
En su sentencia, el Juez Chhabria señaló que, una vez que Schobinger cumplió con lo que X le solicitó, “la oferta de X de pagarle un bono a cambio se convirtió en un contrato vinculante bajo la ley de California”.
Así, al no pagar a Schobinger el bono prometido, X habría violado dicho contrato. Los abogados de la compañía habían argumentado que las promesas verbales no son vinculantes y que el caso debería dirimirse bajo la ley de Texas, pero el juez estableció que la ley de California es la que rige en este caso e, independientemente de la ley estatal, todas las solicitudes de desestimación “fallaron”.
La demanda se suma a una serie de conflictos legales para la red social de Musk, incluyendo demandas por impagos de alquileres y otros servicios, así como demandas infructuosas interpuestas por empleados despedidos o que renunciaron después de la toma de posesión del también dueño de Starlink, empresa que estaría por desembarcar en Argentina en 2024.