A pesar de registrar un crecimiento interanual del 7,3 por ciento en diciembre, la actividad de la industria pyme cerró el 2024 con una caída acumulada del 9,8 por ciento en comparación con el año anterior. Este informe, difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), refleja un panorama mixto para el sector, que muestra una mejora puntual en el último mes del año, pero aún arrastra los efectos negativos de un año complejo.
En comparación con noviembre, la actividad manufacturera de las pequeñas y medianas empresas experimentó un crecimiento mensual del 4,3 por ciento. Sin embargo, en términos anuales, la caída acumulada durante el 2024 fue notable en todos los sectores, con un descenso que rozó el 12 por ciento en el total de la actividad. El uso de la capacidad instalada fue de 62 por ciento, lo que representa una baja respecto a noviembre, cuando ese indicador se encontraba en 63,1 por ciento.
De acuerdo con el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) de CAME, algunos sectores lograron repuntar en diciembre. "Madera y muebles" fue uno de los rubros más destacados, con un crecimiento interanual del 18,1 por ciento. Por su parte, "Textiles e indumentaria" tuvo un incremento interanual del 12,4 por ciento. Sin embargo, los datos acumulados del 2024 reflejan un panorama negativo en la mayoría de los sectores, con "Alimentos y bebidas" siendo uno de los más afectados.
Caída acumulada
Aunque las pymes mostraron signos de recuperación en diciembre, con una subida del 4,8 por ciento a precios constantes, la caída acumulada a lo largo del 2024 fue del 12,3 por ciento. Este descenso generalizado ha generado preocupación, especialmente entre los sectores más vulnerables como el de los alimentos.
En tanto, la utilización de la capacidad instalada se mantuvo relativamente baja en diciembre, con un promedio del 62,1 por ciento. Esto marcó una reducción de 3,5 puntos en comparación con noviembre, lo que refleja la falta de dinamismo de las industrias a nivel general. A pesar de que en diciembre algunos rubros lograron mejorar, la tendencia a la baja en la capacidad operativa sigue siendo un desafío para las pymes argentinas.
Escenario de crisis
El impacto acumulado de 2024 dejó en claro que, a pesar de algunos repuntes puntuales, la industria pyme en su conjunto ha tenido un año difícil. El descenso del 12,2 por ciento en sectores clave como los alimentos y bebidas, sumado a la caída del 9,4 por ciento en otros rubros, demuestra la fragilidad del sector. Las industrias, en promedio, operaron al 62 por ciento de su capacidad instalada, una cifra que refleja las dificultades de la actividad manufacturera.
A pesar de los desafíos, CAME advierte sobre algunos indicadores favorables en lo que va de enero. Aunque las estacionalidades históricas ya no son una referencia sólida, se han observado “mejoras en ciertos sectores, como la reducción de costos en la fabricación de telas tapiceras”. Sin embargo, la recuperación “sigue siendo incierta y dependerá de una serie de factores económicos que están aún por definirse”.
El crecimiento de la industria pyme en diciembre “no logró tapar el mal balance de todo el 2024. La caída acumulada en varios sectores y la baja capacidad instalada reflejan la difícil situación que enfrenta el sector”. A pesar de los repuntes puntuales, la actividad manufacturera muestra “signos de cansancio, y las perspectivas para el futuro próximo continúan siendo inciertas”.