En cuatros años, los trabajadores perdieron 87.800 millones de dólares que se transfirieron al capital

Un informe del Centro CIFRA de la CTA de los Trabajadores midió la cantidad de recursos que se apropió el sector empresarial entre 2018 y 2022, y destacó que la tendencia iniciada por Macri se profundizó con la actual gestión.

19 de marzo de 2023

El nuevo aumento de la inflación en febrero aleja la posibilidad de alcanzar la meta primaria del gobierno nacional de llevar la suba de precios a un máximo del 5 por ciento anual. Esto profundiza las críticas de propios y extraños al rumbo económico, ya que esta situación golpea directamente en los ingresos, profundizando la crisis actual. Esto además tiene otra consecuencia, no siempre tenida en cuenta: la cada vez menos participación del trabajo en la economía. En este punto, un informe alerta sobre esta cuestión, y muestra que en este punto el gobierno del Frente de Todos fue una continuidad que la gestión de Mauricio Macri. Es que, según los datos, el retroceso de los salarios se profundizó desde que Alberto Fernández llegó a la presidencia. El trabajo además define los “ganadores y perdedores” de esta realidad.

 

El reporte que hace a partir de datos oficiales el Centro CIFRA de la CTA de los Trabajadores pone de relieve la enorme pérdida que sufrieron los trabajadores respecto del capital, entre los años 2018 y 2022. En este sentido, el informe al que tuvo acceso Data Gremial destacó que en ese período se transfirieron “87.800 millones de dólares, actualizado al tipo de cambio oficial”, de los salarios al capital. Esto quiere decir que esa masa de recursos de la economía paso de ser parte delos salarios a ser parte del capital empresario. Esto profundiza la caída en la participación de los primeros.

Según el trabajo, “la reducción en la participación de los asalariados en el ingreso durante la gestión de Cambiemos pasó del 51,8 por ciento en 2016 al 46,2 por ciento en 2019”, una tendencia que “se profundizó en el gobierno del Frente de Todos”, que pasó del 43,9 por ciento en los tres primeros trimestres de 2022. “Ello supone una transferencia de ingresos del trabajo al capital de aproximadamente 87 mil millones de dólares entre 2016 y 2022, de los cuales 48 mil millones se trasladaron en 2021 y 2022”, agregaron desde CIFRA. En este punto, se plantea una especie de “continuidad” en la tendencia en la pérdida de los salarios en la economía general, e incluso en algunos aspectos se profundizó, ya que un poco más de la mitad de la transferencia se dio cuando el Frente de Todos es gobierno.

 

Fundamentos

              

Para CIFRA, existen “dos cuestiones que resultan interesantes de remarcar en esta significativa transferencia de ingresos”. La primera, afirmaron, “reside en el hecho de que el costo salarial cayó 18, por ciento entre 2016 y 2022 en el marco de un descenso menor de la productividad (-5,5 por ciento)”. Este hecho “se profundiza durante el gobierno del Frente de Todos, cuando el costo salarial se reduce 4,5 por ciento y la productividad crece 0,8 por ciento”. “Dado que el salario es directamente proporcional al aumento de la participación de los asalariados en el ingreso y la productividad es inversamente proporcional, ambos factores determinaron la reducción en el peso relativo de los asalariados en el valor agregado, más aún en una fase de expansión económica como la del bienio 2021-2022”, recalcó el reporte, que realizaron Pablo Manzanelli y Cecilia Garriga.

 

En segunda instancia, remarcaron desde CIFRA, “el mecanismo principal de traslación de ingresos del trabajo al capital fue, como es obvio, el elevado proceso inflacionario”. “Primero bajo los efectos de la crisis de la deuda y la consiguiente devaluación en 2018-2019 y luego en el marco de la post pandemia y la suba de los precios internacionales”, explicaron. En ambas circunstancias “el ritmo inflacionario se consolida en un nivel superior por efecto, entre otras cuestiones, de la rigidez a la baja en los precios que emana de la competencia imperfecta”, se resaltó.  

 

Ganadores y perdedores

 

En este contexto, como es de imaginarse hubo una gran cantidad de perdedores respecto del modelo económico, y algunos ganadores, de gran porte. Esta diferencia puede sintetizarse al contrastar “la contracción de los salarios nominales en relación a los precios al consumidor (salario real) con la evolución de los precios mayoristas de las ramas oligopólicas en relación a los precios al consumidor”. Es decir, aclaró CIFRA, “cómo les fue a los trabajadores y a las empresas oligopólicas respecto a la inflación minorista”.

En este sentido, “mientras que los salarios reales se redujeron 12,1 por ciento entre 2016 y 2022, los precios de las ramas concentradas aumentaron 21,3 por ciento por encima del índice de precios al consumidor”. “Durante el gobierno del Frente de Todos se asiste a un estancamiento del salario real (+0,5 por ciento) en un contexto en el que los precios de las ramas concentradas ascendieron casi 10 por ciento por encima de los precios al consumidor”, subrayaron. En suma, “se tiende a configurar una nueva estructura de precios relativos a favor del sector más concentrado del capital. La paradoja de la expansión del consumo privado en un contexto de altos niveles de pobreza no está para nada disociado de este fenómeno”.