Esta semana, Acindar comenzará a suspender más operarios de su planta de Villa Constitución, en la provincia de Santa Fe, en el marco de un entendimiento con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). El acuerdo permitirá -por el momento- evitar despidos de personal, en el marco de un fuerte ajuste de costos que la compañía lleva a cabo como consecuencia de la “profunda caída de la producción”. Este esquema de reducción de costos comenzó con la apertura de un registro de retiros voluntarios, al que se acogieron unos 200 empleados. La situación se da en momentos que Estados Unidos anuncia aranceles al acero y el aluminio argentino, lo que puede profundizar la crisis sectorial.
Según se informó, Acindar –parte del grupo ArcelorMittal –busca seguir achicando costos, y el esquema de suspensiones se aplica con una reducción de salarios. De acuerdo a lo convenido por la empresa y la UOM, los trabajadores suspendidos cobrarán el 80 por ciento del salario de febrero, el 78 por ciento en marzo, y el 75 por ciento desde abril a diciembre de 2025.
Paralelamente, Acindar y la UOM tuvieron una audiencia este lunes en el Ministerio de Trabajo, en el marco de la discusión por evitar el despido de 200 trabajadores de contratistas. El escenario es delicado, reconocen dirigentes de la UOM. Pero aún podría empeorar si continúa cayendo la producción.
Efecto Trump
La crisis de Acindar se da en momentos que el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció aranceles para la importación de acero y aluminio argentino, medida que podría afectar significativamente a empresas como Aluar, que exportó aluminio por 515 millones de dólares el año pasado a ese país, y a siderúrgicas como Acindar, Ternium y Tenaris, cuyas exportaciones de hierro y acero sumaron 112 millones de dólares en el mismo período.
Desde una de las principales compañías del sector advirtieron que esta decisión podría provocar "una baja importante en la producción local, lo que podría tener consecuencias directas en el empleo y en la cadena de valor asociada a estas industrias". Además, instaron al gobierno argentino a reflexionar sobre las políticas que benefician a la industria estadounidense y a los empresarios que invierten y producen en Norteamérica. Paralelamente, las empresas se encuentran en medio de una negociación salarial con la UOM, estancada desde septiembre de 2024 en la rama 21. Se espera una nueva audiencia para este jueves 13, ya que las partes habrían acercado posiciones de manera privada.
Antecedentes
Este giro en la política comercial tiene antecedentes, ya que en 2018, bajo el gobierno de Mauricio Macri, Argentina consiguió una exención parcial de los aranceles, permitiendo la entrada de ciertos productos sin cargos adicionales. Sin embargo, en diciembre de 2019, Trump restableció los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio desde Argentina y Brasil, afectando gravemente las exportaciones argentinas, que sumaban alrededor de 700 millones de dólares anuales en estos sectores.
De este modo, la nueva política de Trump sigue siendo un desafío para las empresas argentinas, y en particular para las que se encuentran en nuestra ciudad, que podrían enfrentarse a mayores costos y barreras en uno de sus principales mercados internacionales.