La caída de la actividad industrial fue denunciada por varios informes en los últimos meses, y muestran la falta de incentivos productivos del modelo libertario. Esto hace que el país haya tenido la peor caída del mundo en la materia. Así lo confirmó la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI en América Latina y el Caribe), que sostuvo que a Argentina fue en 2024 “el país con mayor retracción industrial del mundo entre 79 países relevados, con una caída de la actividad del 9,4 por ciento”.
Según el informe presentado hace unos días, el segundo país con mayor caída fue Togo, seguido de Irlanda, Hungría, Alemania y Estonia. En la otra punta, el país que más creció fue Ruanda, casi un 15 por ciento.
La información fue publicada en la cuenta de X de Misión Productiva, una red de profesionales que impulsa el debate en Argentina sobre el desarrollo, la producción, la innovación y el empleo de calidad, tal como se definen en las redes sociales, que buscan construir un espacio de debate público donde el desarrollo productivo ocupa cada vez más espacio en el debate económico del país.
Explicaciones
Cabe señalar que el sector metalúrgico es uno de los más impactados por el deterioro del entramado industrial, principalmente, por el reemplazo por productos importados. También se advierte un incremento interanual del 50 por ciento en maquinarias y equipos importados y más de un 30 por ciento en el rubro partes y piezas.
"Detrás de este retroceso se encuentran principalmente la fuerte caída de la demanda interna, en un contexto de pérdida del salario real, especialmente durante la primera mitad del año, y la contracción de actividades que tradicionalmente traccionan, como la construcción", reflexionan en un hilo de X donde, le suman a las causas de esta caída, "el desarme de políticas industriales" ya que "se eliminaron líneas de financiamiento para pymes, programas de promoción sectorial y herramientas de desarrollo tecnológico".
Perspectivas
Respecto del año próximo, desde Misión Productiva dicen que "luce preocupante para la industria" ya que "el gobierno impulsa una mayor apertura comercial en un contexto marcado por una fuerte apreciación del tipo de cambio, lo que debilitará al entramado manufacturero. La historia muestra que ese combo es muy dañino para el entramado local".
Un reciente informe de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) en colaboración con el Centro CEPA también advierte sobre los “efectos negativos de la apertura de importaciones y la falta de estímulos estatales para el sector”. “La combinación de un dólar barato con la llegada masiva de productos extranjeros está afectando a las industrias locales, en especial a aquellas vinculadas al consumo interno y la construcción”, dijo la entidad, que también sumó “la paralización de la obra pública ha sido otro factor determinante en la recesión del sector”.