El accionar antisindical de Walmart es histórico. Sin embargo, con el cambio de dueños (la empresa fue adquirida meses atrás por la firma Dorinka SRL de Francisco De Narváez), se abría una luz de esperanza. Lamentablemente, no sucedió. Hubo cambio de manos, pero no de mañas… En ese contexto, la Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio (APPyJC) llevó adelante esta tarde una fuerte protesta en la sucursal Avellaneda de la cadena de supermercados, ante la negativa de la empresa a establecer una mesa de diálogo con el sindicato para tratar un aumento salarial, entre otros reclamos.
El gremio que conduce Gastón Gallo se hizo presente desde el mediodía en local, donde realizó una manifestación en la playa de estacionamiento, en el acceso a la tienda y en la línea de cajas.
La intransigencia de Walmart
“Es una locura lo que está pasando. Se niegan a sentarse a hablar con nuestro secretario general y con el resto de la conducción del sindicato. Deciden unilateralmente aumentos muy por debajo de la inflación y algunos trabajadores se enteran de causalidad unos días antes y otros el mismo día que cobramos al ver la liquidación”, describe Antonio Juncos, delegado en Walmart y secretario Interior de la APPyJC.
Otro de los reclamos que expone Juncos es el pedido de un bono compensatorio por el cambio de firma de la empresa, tal como recibieron otros trabajadores.
“Queremos para los jerárquicos de los locales y la planta panificadora, el mismo reconocimiento que se otorgó a nuestros colegas del centro de distribución: $420 mil en cinco cuotas. A nosotros nos quieren conformar con $ 40 mil, de los cuales la mitad son por mercadería. Parece que nos estuvieran tomando el pelo”, arremetió el dirigente.
Aumento salarial urgente para no seguir perdiendo con la inflación
Para los jerárquicos de comercio acordar un incremento salarial en Walmart es un tema urgente, más teniendo en cuenta que desde el 2018 a la fecha han perdido un 30% de poder adquisitivo.
“Parece que insisten en otorgar pequeños aumentos a la baja y no querer negociar con nosotros. Lo que no se dan cuenta es que seguiremos las protestas hasta tener respuesta”, advierte Juncos.
El dirigente asegura que la empresa aduce que no quiere negociar con el sindicato porque “no cuenta con personería gremial”. “Tenemos simple inscripción y eso para las leyes argentinas es suficiente. O sea, para el Ministerio de Trabajo y la Justicia somos un sindicato, pero para ellos, simplemente porque se les canta, no. Otro disparate. Los que están fuera de la ley son ellos, no nosotros”, expresa.
“Es hora de que se den cuenta que esto genera un desgaste innecesario y una mala imagen de la empresa hacia los clientes, que observan todo esto. Cuando ellos dicen que ‘cuidan a los clientes’. Evidentemente, no lo están haciendo”, analiza el delegado.
Asimismo, el dirigente alerta que la empresa está reduciendo personal profesional de las áreas de seguridad alimentaria, seguridad de ambiente y de control de riesgo, lo cual además genera una recarga de tareas a sus pares, y eso no se ve retribuido salarialmente como corresponde.
“No están pagando horas extras, ni reconocen la antigüedad. Y al que se queja le ofrecen un retiro voluntario, lo que significa un despido encubierto, ya que sigue vigente el decreto que prohíbe las cesantías sin causas”, relata.
Juncos mismo relata que fue víctima de los aprietes antisindicales de Walmart. “Me inventaron una causa y estuve tres años fuera de la empresa, hasta que fui reincorporado en marzo de 2013 tras un fallo de la Justicia laboral. En el medio, hasta me ofrecieron plata para que no volviera. Conmigo se equivocaron. A nuestro sindicato lo único que le importa es defender los derechos de los trabajadores”, concluye.