Desde hace casi cinco años la fábrica de envases funciona bajo las decisiones de sus trabajadores. El 30 de octubre de 2018, los obreros de la ex Canale de Llavallol recibieron el telegrama de despido y que la empresa cerraba sus puertas. Rápidamente, se preguntaron qué iban a hacer, entre ellos, había trabajadores de más de 50 años que quedarían sin su fuente laboral.
A raíz de ello, el grupo de obreros definió crear una cooperativa y seguir realizando su trabajo, la cual tuvo éxito y está en pleno funcionamiento. Allí, recibieron este lunes 22 en el marco del Día Nacional de las Empresas Recuperadas, al presidente de la Nación, Alberto Fernández y otras autoridades.
El establecimiento abrió sus puertas en 1948 y funcionaba la división de hojalatería y enlatados de la firma Canale, luego pasó a manos de sus trabajadores, quienes conformaron la Cooperativa de Trabajo Metalúrgico de Llavallol (COTRAMEL) la cual preside Nicolás Macchi, “un compañero más de la fábrica”, como él se define.
Organización de los trabajadores
“En julio de 2018 ya nos habían dejado de pagar”, recordó Macchi, y a los pocos meses fueron despedidos. A través de asambleas, los trabajadores resolvieron comenzar la pelea con un acampe, que al final duró 130 días. Recién en noviembre de 2019 pudieron comenzar a trabajar y a generar los primeros salarios tras la bronca, angustia e incertidumbre en la que quedaron inmersos.
Cabe recordar que dieron sus primeros pasos bajo el gobierno nacional de Mauricio Macri, y el provincial de María Eugenia Vidal. Durante la década de los ´90, Canale fue vendida a Sociedades Macri (Socma), que en poco tiempo se desprende de la empresa a manos de Kraft Alimentos. A raíz de ello se produce la primera división: por un lado, harinados; y por el otro, enlatados. Después comienza el vaciamiento de un área y la venta de la otra a Alimentos de la Cordillera (ALCO).
En 2013, se desarrolla una primera asamblea y Macchi es elegido por sus compañeros para representarlos, aunque no había sido formalmente electo el delegado. Al año siguiente los trabajadores comenzaron a percibir sus salarios en cuotas, afectados por créditos y prestamos a cubrir mientras la UOM se acercaba cada un mes y les decía a los trabajadores: “el mes que viene se arregla”. Sin embargo, los meses pasaban. Según aseguró Pagina12, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) fue, para la cooperativa, un actor que sólo venía a calmar los ánimos, pero no traía soluciones.
Todos los abriles que continuaron fueron empeorando. Se trata del mes donde se ponía fin a la temporada de producción de alimentos y comenzaban los problemas graves. Les ofrecían retiros voluntarios, pero nunca aceptaron, hasta que llegó el 2018.
Nicolás Macchi señaló que “por suerte ya habíamos generado conciencia”. Sumado a que llegaron a marchar a la sede de la UOM en Avellaneda, algo que ninguna fábrica había hecho desde los años ’80. “En la superestructura empiezan los intereses personales: hay compañeros que no se olvidan de lo que fueron y otros a los que les gusta tener tres casas con pileta", expresó Macchi. También se acordó de los aprietes y amenazas, hasta les mandaron patotas.
Quince días antes del envío de los telegramas hubo una última reunión con el gremio, y a Nicolás le trasladaron la propuesta definitiva de los dueños de la firma ALCO, encabezaba en aquel momento por Camilo Carballo, vicepresidente de Copal, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimentarios. La oferta consistía en vender la maquinaria y con lo recaudado pagar un 50 por ciento de indemnización a cada uno y cerrar. No aceptaron y apostaron fuerte. “Vos te vas a hacer cargo, y te vas a comer las consecuencias”, le dijeron desde la UOM a Macchi.
Costó pero lo lograron, pusieron en funcionamiento la nueva empresa recuperada. “Puta madre, un día se me acerca uno de los tipos más grandes de la fábrica y llorando me pregunta por qué tiene que estar pidiendo, si él siempre laburó, si nunca tuvo que pedir”, contó el presidente de la cooperativa que fue elegido por sus compañeros para ocupar ese rol, refiriéndose a los momentos que salían a buscar solidaridad. Recorrían el barrio y las facultades de Lomas de Zamora en búsqueda de colaboraciones, también organizaron festivales y ventas de choripanes, entre muchas otras para lograr solvencia.
Día de lucha
Durante este lunes 22, la cooperativa Cotramel fue sede del acto "Futuro con Inteligencia Común", la cual contó con la presencia de cientos de trabajadoras y trabajadores de empresas recuperadas de todo el país, funcionarias, funcionarios y dirigentes sociales, se dieron cita para reivindicar los 25 años de historia y lucha del sector.
En ese contexto, participó también el presidente de la Nación, Alberto Fernández. Según expresaron en el acto, más de 400 empresas quebradas o en procesos de vaciamiento, desde hace una década han sido puestas en marcha mediante la organización colectiva de sus trabajadores y trabajadoras.