Tras haber anunciado la posibilidad de realizar un paro general de cara a diciembre, ahora la mesa chica de la CGT recula y da marcha atrás de aquello que había señalado Pablo Moyano hace algunos días. "No habrá ningún paro, no está en nuestra agenda", fue lo que se dijo en la reunión de la mesa chica cegetista que duró unas tres horas, y donde estuvieron los dirigentes Héctor Daer, Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Julio Piumato (Judiciales), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Romero (UDA), Cristian Jerónimo (vidrio) y Rodolfo Daer (Alimentación), entre otros.
Por otra parte, el dato fuerte fue que no asistieron dos de los tres triunviros cegetistas: como era de esperar, no fue Pablo Moyano, pero tampoco asistió Carlos Acuña. Tampoco hubo presencia de representantes de la Corriente Federal de Trabajadores que se referencian, entre otros, en el bancario Sergio Palazzo.
El ala moderada e independiente del sector sindical acordó resistir la presión del sector moyanista para que la central obrera vuelva a la protesta. Incluso expresaron que van a continuar profundizando el diálogo con el gobierno libertario, así como también llamativamente mencionaron que se perciben “mejoras en la economía y hasta crecimiento de la oferta laboral”.
De esta manera, los líderes sindicales acordaron renovar el pedido el Gobierno para poner en marcha una mesa de diálogo tripartito en la que participen las principales cámaras empresarias agrupadas en el G6. Así había quedado delineado en el encuentro que la CGT mantuvo con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a principios de octubre. En ese entonces se acordó una tregua entre la central obrera y el gobierno de Javier Milei.
Días atrás, el dirigente camionero Pablo Moyano cuestionó la política económica del gobierno y había adelantado la posibilidad de llevar a cabo una medida de fuerza de cara a las próximas semanas. “La CGT está como está el país, en debate. El PJ partido, los empresarios divididos. La CGT está con un debate importante”, expresó anteriormente. Veinte días pasaron del último paro de general de transporte convocado por el gremio, que tuvo una duración de 24 horas.
Los argumentos para descartar el paro se basan en una mejora de la economía en algunos sectores y la recuperación de empleos en áreas como la construcción. La dirigencia sindical priorizará el diálogo con el Gobierno para reglamentar el artículo anti-bloqueos y avanzar en negociaciones tripartitas para definir políticas a futuro. A pesar de esto, algunos dirigentes de la Mesa Nacional del Transporte siguen presionando para que la CGT declare un paro general de 36 horas.
Todo esto se produce en el contexto de el fracaso de la ofensiva impulsada por el PRO y la UCR, con el apoyo de la Libertad Avanza para avanzar en la Cámara de Diputados con el proyecto de Democracia Sindical. La iniciativa, duramente cuestionada por los gremios, quedó sin posibilidad de ser tratada en el recinto este año. La jugada clave que frenó el proyecto combinó el accionar de Miguel Ángel Pichetto, líder de Encuentro Federal, y el kirchnerismo, que desde el inicio se opusieron a la reforma.