Esta semana, la gestión de La Libertad Avanza cumplió 100 días al frente del país. Casi como una metáfora de este primer recorrido, lo “festejó” anunciando el cierre de dos dependencias públicas descentralizadas, lo que ratifica el plan de ajuste que recae sobre el estado nacional. Además, ese al entusiasmo que hay respecto de los datos macroeconómicos, el aniversario llega en un momento complejo dela economía, donde la actividad sigue cayendo, lo mismo que los salarios, y la inflación mantiene su tendencia alcista.
En este contexto, el Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma elaboró un análisis de los datos de este tiempo de Javier Milei como presidente, donde criticó la dirección asumida desde el 10 de diciembre, y las perspectivas futuras. “Los 100 días del gobierno de Javier Milei se caracterizaron por un retroceso en las condiciones de vida de los sectores populares y por un avance de las políticas de entrega, saqueo y pérdida de soberanías que favorecieron a los sectores más concentrados que operan en la economía local”, destacó sin vueltas el trabajo, sobre estos tres meses la gestión de La Libertad Avanza.
El DNU 70/23, considerado “una reforma constitucional de facto”, y el proyecto de Ley Omnibus, son intentos de modificar “de raíz y a espaldas del pueblo gran parte de las normas que regulan nuestra vida en sociedad”. “La lucha de las organizaciones populares en nuestro país está lejos de haber sido derrotada”, alertaron.
El trabajo producido por el IEF contó con el aval de la conducción de la CTA Autónoma, que en su última mesa de conducción nacional dio su aprobación explícita. “Las primeras consecuencias del programa económico son ineludibles”, afirmó la entidad, que marcó que en estos 100 días “la inflación fue del 71,4 por ciento y afectó principalmente a los sectores populares”. “El salario real de los trabajadores registrados cayó un 17,9 por ciento entre diciembre y enero, el haber jubilatorio en estos tres meses retrocedió un 29,5 por ciento y el salario social complementario, percibido por los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, tuvo una merma del 37,6 por ciento”, agregó el informe, al que tuvo acceso Data Gremial.
El análisis de las variaciones en el gasto público “muestra a las claras la dirección de las políticas oficiales: mientras todas las partidas destinadas a gastos sociales cayeron significativamente, los recursos destinados al pago de los servicios de la deuda crecieron un 37 por ciento interanual en el primer bimestre del año”.
Para el IEF, el impacto sobre las condiciones de vida de los sectores populares “también incluye retrocesos en el empleo, la salud, la vivienda, la educación y la seguridad social, cuyo avance institucional más importante se plasmó en el DNU 70/23, aún vigente”.
En materia laboral, se recordó, “la reforma contenida en el DNU 70/23 fue suspendida por decisión de la justicia laboral”. Sin embargo, “la acción del gobierno nacional ha debilitado herramientas muy importantes como el Salario Mínimo, Vital y Móvil y la Paritaria Nacional Docente. A su vez, en el sector público avanzó con despidos y no renovación de contratos, afectando a miles de trabajadores y trabajadoras”. “La asunción de Javier Milei también puso en marcha un cambio en la orientación del aparato estatal que fue más allá de un recorte en distintas dependencias públicas. Se desmantelaron áreas de intervención y se redujo el financiamiento de muchos sectores, al tiempo que se fortalecieron todos aquellos ligados a las fuerzas represivas”, alertaron desde el espacio de la CTA Autónoma, que se mantiene en estado “de alerta y movilización” por la profundización de estas medidas, y le reclama al resto de los gremios un nuevo paro nacional.
Ataque al Estado
Con todos los indicadores peores que al momento de asumir, la gestión libertaria llega a estos tres meses y días con fuertes cuestionamientos, como los expresados por el informe.
“Estos 100 días nos permiten hacer un balance, donde lamentablemente vemos que no solo no se paró la inflación sino que se disparó”, reflexionó Pablo Spataro, secretario general de la CTA Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires. ante la consulta de Data Gremial, el dirigente agregó que “además se liberaron los precios, lo que sumado a la devaluación, lo que hizo una combinación que le hizo perder mucho poder adquisitivo a los salarios de los trabajadores”. A esto se le suma el fuerte ajuste, que según Spataro “busca llevar al Estado a su mínima expresión, lo que nos pone en un estado de alerta contra las privatizaciones”.
Este ataque se hace en dos vías: o limitando las capacidades que tiene la administración pública, achicando su planta, o privatizando sus empresas, y así terminar con cualquier tipo de regulación.
“Eso es muy peligroso porque en un momento donde la pobreza creció tanto achicar el estado es limitar las políticas públicas de contención, generando más dolor en nuestro pueblo”, recalcó Spataro. Esto puede verse en los inminentes despidos masivos que podrían darse a fines de marzo, cuando se venzan las extensiones de contratados, algo que los gremios vienen rechazando.
“Estas ideas que se presentan novedosas son viejas, que ya condujeron al fracaso en la Argentina, generado mucho dolor, como un industricidio y aumento de la precarización, por eso desde la clase trabajadores estamos planteando que el gobierno debe escuchar nuestros reclamos y hacer un cambio de rumbo”, recalcó el dirigente de la CTA Autónoma.
Perspectivas
Si bien el horizonte trazado por el reporte es sombrío, el reporte de la entidad de la CTA Autónoma deja abierto un camino de lucha: “Los 100 días de Javier Milei han sido acompañados por 100 días de resistencia, se trata de una historia cuyo final está lejos de haber sido escrito”. Por el contrario, insiste, “la resistencia social fue la experiencia distintiva a lo largo de estos 100 días de experimento libertario”. “La unidad del campo popular se vuelve una necesidad en un contexto donde los desafíos que se plantean en el corto y mediano plazo son enormes”, subrayaron.
Por eso, la CTA Autónoma considera que “es necesario construir un proyecto que coloque en el centro de la política pública la defensa de los intereses populares y nacionales, una alternativa con fuerte protagonismo del movimiento de trabajadores, en particular, y de los movimientos populares, en general, con una perspectiva emancipadora y pluricultural”.
En este sentido, el Congreso de la CTA Autónoma “puede ser un mojón más en este proceso de reconstrucción del poder popular. El paro y la masiva movilización del 8 de marzo encabezada por mujeres y diversidades así como las próximas jornadas de las que participará nuestra central, incluida la gran movilización que se espera para el 24 de marzo en contra del negacionismo y la reivindicación del genocidio de la última dictadura militar, forman parte del marco de acción que perfila un nuevo paro general”.