Al contrario de lo que sucede con el conflicto estudiantil, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta huyó a confrontar en esta oportunidad con el Sindicato de Camioneros y acordó con Pablo la aplicación de la “Ley Moyano” para avanzar en el traspaso del sistema de grúas de la Ciudad de Buenos Aires.
Tan solo bastó el anuncio de una posible medida de fuerza masiva del gremio para que Larreta retrocediera en su postura inicial de no acceder y se sentara a negociar.
La popularmente conocida como “Ley Moyano” no es efectivamente una ley sino que se basa en las negociaciones del gremio e implica el pago de las indemnizaciones, como reconocimiento por el tiempo trabajado, y la continuidad laboral en la nueva firma que se hace cargo de prestar el servicio.
Desde el 1 de octubre, cuando la administración porteña empiece a gestionar el acarreo de vehículos, unos 350 trabajadores que pertenecían a las empresas Dakota y BRD pasarán a depender de SBASE, la empresa estatal que controla los subtes, donde mantendrán el convenio de Camioneros hasta que pasen a la empresa que gane la licitación para controlar el servicio de grúas.
Los 350 trabajadores que pasarán a la Ciudad serán despedidos, indemnizados y luego recontratados por la gestión porteña con los mismos sueldos que tenían.
Las indemnizaciones llegarán hasta los 4 millones de pesos para los camioneros con más antigüedad. Aunque en promedio serían de unos 2 millones de pesos, según fuentes porteñas.
La Ley 4003 sancionada en 2011 en la Legislatura porteña es el antecedente que se utiliza para para ejecutar este beneficio de manera directa a los afiliados Camioneros, más allá de las dudas de los alcances de esa normativa según especialistas en derecho laboral. Pero la realidad es que el gremio viene logrando que la ya mencionada normativa tácita (Ley Moyano) se aplique en todos los casos donde interviene.
Walmart, otro antecedente cercano
Tal como informó Data Gremial, en mayo del año pasado los Moyano consiguieron un acuerdo similar con la empresa supermercadista Walmart cuando fue comprada por Francisco de Narváez. Unos 500 camioneros fueron despedidos, recibieron un bono y los recontrataron los nuevos dueños de la compañía para seguir en los mismos puestos laborales.
Desde hace años los Moyano, Hugo y luego su hijo Pablo, lograron negociar que las empresas que cambien de concesión o de accionistas despidan a los empleados, los indemnicen y los vuelvan a contratar. Rodríguez Larreta, pese a que durante las negociaciones iniciales se había mostrado “duro”, cedió a las posturas de Camioneros.
Además de las indemnizaciones los dirigidos por los Moyano consiguieron quedar bajo la tutela de SBASE y no de AUSA, la empresa que gestionará el acarreo de las grúas. No es un dato menor: así lograrán mantenerse con su convenio laboral -el de Camioneros- y mantendrán todos los beneficios. Si pasaban a AUSA debían enmarcarse en otro convenio laboral.