El titular del Asociación de Empleados de Despachantes de Aduana (AEDA), Raúl Vázquez, realizó un balance de lo que fue el 2024 para el sector y para el movimiento obrero organizado. En el primero de los casos, el dirigente marcó que “fue un año complicado, sobre todo por el DNU 70 que a nosotros nos afectó mucho, muchas empresas chicas de rubro desaparecieron por la incorporación de los famosos declarantes”. Se trata de cambios en materia de comercio exterior que permite que cualquier persona realice operaciones, lo que afecta los puestos de trabajo del sector. “Eliminar un profesional para poner a cualquier persona a hacer los trámites no tiene ningún sentido, la importación requiere estar capacitado”, agregó.
Vázquez habló en una entrevista con Radio Libertad sobre la apertura de importaciones, y la falta de controles en las tareas por la desregulación extrema del gobierno de Javier Milei. “Se están comprando tomates a Paraguay, eso debe hacerse de forma controlada, podés traer alguna plaga”, recalcó el dirigente que representa a los empleados de despachantes de aduana. “Esto va a traer muchas consecuencias”, alertó Vázquez, que puso como ejemplo las telas que se importan, que antes eran parte “del canal rojo”, que lleva controles, y pasó al “canal verde”, donde puede entrar “cualquier cosa”.
Según las estimaciones del AEDA, hoy hay unos 5 mil de estos declarantes, personas comunes, que movieron 150 millones de dólares, trabajo que hacía antes las empresas de despachantes de aduana. “Por eso muchas cerraron, y se perdieron puestos de trabajo”, recalcó el dirigente.
Mercado Libre
Desde un principio, el gremio de los empleados de despachantes de aduana apuntó a Mercado Libre como el “autor intelectual” de la movida en el sector. “Hace poco más de un mes ya comenzó a operar con producto importados, sólo te diferencia en el precio los gastos aduaneros, pero esos productos no llevan ningún tipo de verificación. Todo lo que trae (Marcos) Galperín no tiene control”, alertó Vázquez. Con la apertura de las importaciones este se está agravado: “Traen de todo, desde productos terminados a tomates”.
Por el cierre de empresas chicas, se perdieron muchos puestos de trabajo, porque “muchos tenían un par de clientes que dejaron de operar, cerraron la actividad o empezaron a hacer los trámites por su cuenta”. “La liberalización no afectó tanto como pensamos, pero afectó, y hay que ver cómo pega este año, porque históricamente enero y febrero no hay mucha actividad. En las terminales portuarias hay poco movimiento”, recalcó Vázquez. Además, se vieron perjudicados por el aumento del valor de importación por persona, que está cerca de los 3 mil dólares.
Paritarias
En cuenta a la discusión salarial del 2024, Vázquez recordó que “no pudimos equilibrar mínimamente lo que marco el INDEC de inflación, se pudo conseguir algo pero no fue lo pactado al comienzo de año”. además, el gremio insistió en los últimos meses con la vuelta del convenio por categorías, que quedó fuera de vigencia luego del 2023 pero que la AEDA quiere reactivar este año. “Vamos con toco con ese acuerdo, porque va a mejorar bastante la situación de los empleados, porque al tener diversas categorías van a subir los salarios”, dijo Vázquez. En la actualidad los salarios son iguales para los distintos integrantes de la cadena de importaciones, y luego de dos reuniones con la secretaría de Trabajo se busca reactivar, ante la negativa del Centro de Despachantes de Aduana (CDA).
En general, el dirigente mira como cada sector atiende sus necesidades. “En el país tenés siempre alguien reclamando, el campo empezó a pedir por sus cuestiones, están las pymes, los industriales, los obreros, los jubilados, a nadie le está yendo bien”, afirmó el líder de AEDA. Incluso parte de la clase media está sufriendo las consecuencias de un modelo que apunta a mejorar la macroeconomía, pero “destruyendo la micro”.