Desde la gestión de Mauricio Macri hasta la presidencia de Javier Milei, los jubilados argentinos sufrieron una pérdida acumulada de, en promedio, 10 millones de pesos. Mientras las jubilaciones y pensiones fueron uno de los principales objetivos del ajuste fiscal del gobierno de La Libertad Avanza, que recortó 7,9 billones de pesos, el haber medio quedó 39% por debajo de su valor en 2015. Como consecuencia, la pobreza en el sector de los adultos mayores se cuadruplicó, creciendo cuatro veces más que en la población general.
Un informe privado recientemente divulgado destacó la creciente brecha entre salarios y jubilaciones, especialmente tras el fuerte salto inflacionario de diciembre de 2023, que afectó aún más la distribución de los ingresos. Según el análisis del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), a pesar del ajuste fiscal y la caída de la actividad económica, la inflación continuó superando el aumento de salarios y jubilaciones, lo que profundizó la crisis.
Jubilados: el grupo más afectado
El ajuste económico implementado por el gobierno golpeó especialmente a los jubilados, quienes encabezaron el segmento con mayor crecimiento en pobreza. Según los datos, la jubilación media quedó 39% más baja que en 2015, y la pobreza en personas mayores de 65 años aumentó significativamente: la pobreza en este grupo etario alcanzó el 29,7% en el primer semestre de 2024, un aumento alarmante de 16,5 puntos respecto al año anterior. Además, más de un millón de adultos mayores se encontraron por debajo de la línea de pobreza.
La Canasta Básica de los Jubilados, que mide lo mínimo necesario para subsistir, se ubicó en 912.500 pesos en 2024, mientras que más de la mitad de los jubilados recibió apenas 265.900 pesos (más un bono de 70.000), es decir, tres veces menos de lo necesario para cubrir sus necesidades esenciales. En paralelo, la Pensión Universal para Adultos Mayores otorgó solo 212.700 pesos, cuatro veces menos que lo requerido para cubrir lo básico.
Deuda y ajuste fiscal: los efectos devastadores
Un factor clave en esta crisis fue el creciente gasto en el pago de intereses de la deuda, que superó por primera vez al gasto en jubilaciones. De acuerdo con el informe, el ajuste fiscal implementado por el gobierno de Milei redujo el gasto público en un 29%, lo que equivale a una pérdida de 33 billones de pesos. En este contexto, las jubilaciones y pensiones sufrieron un recorte acumulado del 17,5% hasta noviembre de 2024.
Este ajuste, que también impactó en la obra pública y en los programas de emergencia social, fue el principal motor de la caída de los ingresos de los jubilados. A la par de la caída del poder adquisitivo de las pensiones, la pobreza se disparó, afectando gravemente a los adultos mayores.
Precarización laboral y su impacto en la vejez
La precarización del trabajo también tuvo efectos negativos a largo plazo en la vida de los jubilados. En los primeros diez meses de la gestión de Milei, los trabajadores del sector privado perdieron, en promedio, un millón de pesos por la caída salarial. En el sector público, las pérdidas fueron aún mayores: los asalariados perdieron casi tres millones de pesos, el doble de lo que perdieron en los primeros diez meses del gobierno de Macri.
Como resultado, la clase trabajadora experimentó una transferencia de ingresos de 26,6 billones de pesos, de los cuales 18,7 billones salieron directamente del bolsillo de los trabajadores. En el mismo período, el Estado dejó de percibir 5,9 billones de pesos por aportes y contribuciones, mientras que las obras sociales perdieron 1,7 billones y los sindicatos, 367.000 millones.
La falta de una recuperación real en la economía dejó a millones de trabajadores y jubilados en una situación cada vez más precaria. Mientras la actividad económica se estabilizó en niveles más bajos que los de finales de 2023, los efectos de las políticas económicas siguieron golpeando a los sectores más vulnerables, especialmente a los jubilados y personas mayores.