En medio del desplome de la actividad, la UOM busca acercar posturas para cerrar sus paritarias

En la rama metalmecánica se realizan encuentros informales para intentar acercar posturas. La cláusula gatillo, tema de disputa. La rama siderúrgica vuelve a la mesa de discusión al vencer la conciliación obligatoria. Los datos marcan que en 2024 el sector en particular y toda la industria tuvieron una fuerte retracción.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Jueves, 09 de enero de 2025 09:00

El 2024 cerró para los trabajadores metalúrgicos con varias malas noticias. Las dos ramas principales de la UOM no lograron acordar una recomposición salarial, ante la intransigencia de las cámaras empresariales, por lo que no hubo mejora de los salarios en los últimos meses para el sector. Además, las políticas libertarias impactaron muy fuerte en la actividad, que tuvo un año muy complejo, en especial desde que se habilitó la importación de productos como chapas o acero. Esto hace que el 2025 aparezca con varios nubarrones en el horizonte.

Esta semana, cuando vuelvan a reunirse las partes en la mesa de negociación se buscará comenzar a desactivar estos potenciales conflictos. Será en el sector siderúrgico, donde se suele complicar la convivencia del gremio con Techint, a quien se la suele acusar de “pisar” las paritarias, como parte de una estrategia general, con el secretario de Trabajo como aliado. Por su parte, las empresas también se mueven, y firmaron junto a entidades de otros rubros un pedido para que haya baja de impuestos por parte del gobierno de Javier Milei.

En materia salarial, la rama metalmecánica –la más grande del sector –y la siderúrgica no lograron cerrar las paritarias, pese a varias audiencias realizadas en el ámbito laboral. En el primero de los casos, la UOM pide un incremento del 18,71 por ciento distribuido entre noviembre y marzo. A eso le agregaban un bono de 300 mil pesos. Las empresas del sector rechazaron el pedido, y dijeron no poder pagarlo. “Viene jodida la mano”, se sinceró con Data Gremial un dirigente metalúrgico, ante la consulta de cómo avanzan las negociaciones. En este sentido, confirmó que no hay fecha para reanudar formalmente la paritaria. “Por ahora estamos con reuniones privadas, informales, donde vamos acercando posturas. Una vez que haya principio de acuerdo, se pedirá una audiencia para la firma”, agregó este mismo dirigente. Según su relato, en este momento las diferencias no están tanto en las cifras de aumentos sino en la inclusión de una cláusula gatillo de revisión pro inflación. “Nosotros no vamos a firmar sin cláusula, y las empresas no la quieren dar”, destacó la fuente consultada.

En cuanto a la rama siderúrgica, esta sí tiene fecha de discusión formal: será hoy jueves 9 de enero. El último encuentro entre el gremio que conduce Abel Furlán y parte empresaria, se realizó el pasado 19 de diciembre de 2023, desde entonces y luego de la conciliación obligatoria, dispuesta por la secretaría de Trabajo de la Nación, en la negociación, también se realizaron intercambios en el ámbito privado que tampoco lograron un avance en la resolución del conflicto salarial en el sector. Durante la última audiencia el sindicato insistió en el reclamo de una recomposición salarial de aproximadamente el 4 por ciento para los meses de julio y agosto, y del 3 por ciento para septiembre y octubre. Sin embargo, desde la representación empresaria, donde tiene mucho peso el Grupo Techint, se plantaron en un incremento del 2 por ciento mensual en todos los casos. La puja entre las partes tiene antecedentes complejos, ya que en 2024 la paritaria duró muchos meses, hasta que finalmente se firmó el acuerdo salarial.

Sector en apuros

El sector metalúrgico de la Argentina cuenta con más de 17 mil empresas, con una mayoría de pymes que generan más de 350 mil puestos de trabajo y exportan por 11.500 millones de dólares anualmente, con un aporte al Producto Bruto Interno (PBI) que alcanza el 5,6 por ciento. Pero las políticas libertarias, que incluye la apertura de las importaciones, golpea fuerte al sector.

Según los propios datos que maneja la UOM, en 2024 se perdieron más de 20 mil empleos metalúrgicos y hay otros 30 mil en riesgo, en especial entre las fábricas más pequeñas. En este sentido, el último informe de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA) alerta que la actividad de la industria metalúrgica argentina cerró los primeros once meses de 2024 con una contracción acumulada del 13,3 por ciento.

En el mes de noviembre, la caída fue del 7,3 por ciento interanual, mientras que comparado con octubre registró un descenso del 1,1 por ciento, en un contexto marcado por la baja demanda y el retroceso de la obra pública que, según la entidad, explican el retroceso productivo. Esta baja se da en un contexto donde toda la industria viene retrocediendo, principal consecuencia del modelo del gobierno nacional.

Así, el índice de producción industrial manufacturero cayó un 1,7 por ciento interanual en noviembre del año pasado, acumulando una baja del 10,7 por ciento en 2024. En tanto, el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) registró una caída de 1,7 por ciento en noviembre, respecto de igual mes de 2023. El acumulado de enero-noviembre arrojó una disminución de 10,7 por ciento respecto a igual período de 2023, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Pedido empresarial

En este contexto, no sólo la UOM se mueve para conseguir mejoras para el sector. La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) acaba de sumarse a un pedido de varias entidades patronales para que el gobierno de Milei cumpla su promesa y baje impuestos, en especial ahora que se debe competir contra los productos importados.

Unas 11 cámaras empresarias pidieron que la gestión libertaria “disminuya impuestos en el sector para igualar condiciones de competitividad con los productos importados y advirtieron que el esquema económico de apertura combinado con un dólar atrasado impacta de manera negativa sobre la producción local”.

Además, ADIMRA presentó un reporte sobre la carga impositiva en el sector metalúrgico, que está en torno del 32 por ciento, lo que dupla a la de Brasil y México. “La experiencia internacional muestra que no hay país del mundo que no tenga una industria fuerte”, alertó el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial.

Si se dan las condiciones de competencia, la metalurgia podría sumar 7.400 millones de dólares por año a la economía y miles de empleos en la próxima década como aliado de sectores como el petróleo y gas, la energía renovable, la forestoindustria y la minería”. El trabajo sostiene que “la Argentina se encuentra en las peores posiciones en los rankings mundiales de competitividad” y explica que la situación actual es producto de cinco factores: “la inestabilidad macroeconómica, la carga impositiva, el costo laboral no salarial, la falta de financiamiento al sector privado y los costos logísticos”, enumera el informe.

Las cámaras empresariales describieron la situación tributaria en el país como una “presión impositiva desmesurada” y posicionaron esta problemática como el eje más urgente de resolver dentro del sector. Con este marco, las patronales resaltaron que “Argentina tiene una de las cargas tributarias más altas del mundo, con una estructura impositiva compleja y más de 155 impuestos y tasas”, e insistieron en el peso de los “impuestos distorsivos” que representan un tercio de la carga impositiva, sin incluir el IVA. Finalmente, si bien las empresas reconocen que este no es un problema reciente y que viene de muchos gobiernos anteriores, el crecimiento de las importaciones está pone en una situación de alerta a la producción local, “el producto importado no paga Ingresos Brutos en toda la cadena como el local”, señalaron.