En un contexto de crisis económica, política y social, la industria automotriz también se ve seriamente afectada. En los primeros meses del año, muchas empresas llevaron adelante despidos, suspensiones y ofrecieron retiros voluntarios. Ahora, en una semana con varios días feriados media docena de las multinacionales con sede en Argentina decidieron paralizar la producción debido a la recesión.
Durante el primer semestre, hubo una fuerte caída en las ventas de autos por lo que seis terminales definieron frenar su producción toda la semana. En la primera fábrica que se tomó esa decisión fue en Santa Isabel, Córdoba, donde se producen vehículos para Renault y Nissan. La primera analiza reducir de 8 a 6 horas los dos turnos de producción a partir de julio, lo cual se replicaría en Nissan, que fabrica en un solo turno.
A su vez, la empresa japonesa Toyota, principal fabricante del país, tampoco fabricará vehículos toda la semana. Sumado a que viene con una reducción en la producción por la demora en la llegada de buques con piezas importadas, y además, acaba de concluir un plan de retiro voluntario, como consecuencia de la caída de las exportaciones a Chile, Colombia, Ecuador y Perú, mercados que también están en baja de ventas.
En el caso de Fiat, también suspende la producción toda la semana por problemas con la llegada de piezas desde Brasil, como la caja de dirección. Además, en Córdoba habría una gran cantidad de unidades del Cronos sin terminar por este problema. Mientras que, en Brasil, se repetiría una situación similar en miles de unidades de un modelo que comparte esta pieza.
A las empresas anteriores se suma también General Motors, en Santa Fe suspende la actividad toda la semana. Vale recordar que esta terminal viene de despidos de personal y está acomodando la producción a la demanda actual.
A este escenario de parálisis se suma la división Van de Mercedes-Benz, en Virrey del Pino, partido de La Matanza. En este caso la compañía está llevando adelante una reforma en la planta de pintura.
En tanto, Volkswagen, Ford y la planta de Stellantis en El Palomar, donde se producen modelos de Peugeot y Citroën, informaron que trabajarán con normalidad.
Industria en crisis
Las empresas automotrices, previendo que la recesión puede llegar a alargarse, ya están achicando sus planteles. La primera en abrir un programa de retiros voluntarios fue Toyota y luego se sumó la planta santafesina de General Motors, que emplea poco más de 1.200 operarios.
Cuando reabrió en marzo, luego de una pausa que se extendió durante prácticamente todo el verano, lo hizo con 85 por ciento de su personal (unas 900 personas) mientras el resto, poco más de 200, continuó suspendido cobrando 79 por ciento de sus haberes.
Ubicada en la localidad de Alvear --en las afueras de Rosario, donde el presidente Javier Milei ganó la segunda vuelta con 57,7 por ciento de los votos--, en la fábrica se produce el utilitario deportivo Chevrolet Tracker. Hasta fin de año también ensamblaba el Cruze.