Olores nauseabundos a la hora de la circulación, pasajes cada vez más caros y múltiples condiciones de insalubridad: la situación de los subtes en Buenos Aires es cada vez peor. Para colmo, se llega a un punto donde ya se han registrado víctimas fatales. En noviembre del 2024 se registró la última muerte por causa del asbesto, el material cancerígeno que se adhiere a los vagones de las formaciones. Además, desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSY), más conocidos como los metrodelegados denuncian que en la actualidad 2.700 personas se encuentran expuestos a ese componente.
Es por eso que los trabajadores del sector anunciaron que se concentrarán este miércoles a las 12 en Plaza Miserere, para dirigirse luego hasta Agüero 48, donde se encuentra la sede de la empresa SBASE.
Días atrás, por este mismo reclamo, habían liberado los molinetes de la estación Federico Lacroze, una de las más concurridas del recorrido de la Línea B.
Durante esa medida de fuerza, Emova sostuvo, que llevan adelante un plan integral contra el asbesto "en toda la Red" y realizaron más de 3.000 mediciones sobre la calidad del aire.
Sin embargo, los metrodelagados manifestaron: "Esta medida de fuerza es consecuencia de la actitud irresponsable de la empresa Emova, que incumple compromisos acordados con nuestra organización gremial desde hace meses", afirmaron los representantes de los trabajadores en un comunicado.
Continúan los reclamos de metrodelegados por el asbesto en el subte
Desde hace varios años los delegados vienen denunciando la presencia de asbesto, una sustancia de origen mineral, cuya inhalación puede provocar dificultades para respirar o bien cáncer de pulmón. Según los trabajadores y las trabajadoreas, el asbesto se encuentra en vagones y material rodante, como así también en tableros electrónicos, centros de potencia y ductos de ventilación.
El año pasado murió un operador de subte que padecía cáncer de pulmón "producto de la exposición al asbesto", aseguraron los metrodelegados.
Ante estas acusaciones, desde Emova aseguraron que vienen "trabajando desde 2018 en el plan integral de desasbestizado en todo el ámbito de la red y que el subte cuenta con condiciones adecuadas de seguridad en base a estándares científicos y técnicos".
Principales problemas
Según declaraciones de la AGTSYP, uno de los principales problemas del subte de Buenos Aires es que es el primero de habla hispana, lo cual acarrea problemas estructurales serios. Siendo que el promedio de renovación de la flota se hace cada 20 años, la línea B tiene 70 años.
Además, se calcula que hasta el momento se han retirado 200 toneladas de asbesto, y si bien la mayoría de la flota contaminada se ha retirado todavía quedan muchos coches con material. De acuerdo con lo informado por la Ciudad, en las flotas de las líneas A, D y H no se ha detectado presencia.
Otros de los reclamos más fuertes por parte de los trabajadores es que se incorporen al protocolo todos los empleados que no se encuentren bajo vigilancia médica. “Pedimos que esos estudios continúen una vez terminado el período laboral", sostuvieron desde el sector en declaraciones.
“Los efectos pueden tardar de 3 a 20 años en manifestarse. Actualmente, tenemos 107 trabajadores con patologías causadas por el asbesto, y 8 de ellos tienen cáncer. De esos casos, ya fallecieron 4 compañeros”, concluyeron.