Trabajadora creó UBRE, un remís para mujeres y UBER la persigue judicialmente

Solange Barroso está en conflicto con la app de viajes por la marca con la que creó un servicio de remisería para mujeres. “No me voy a cansar”. La empresa le mandó una carta documento e inició una oposición a la marca en el INPI. Paralelamente, la remisera asegura que le ofrecieron mil dólares para que desista y los rechazó.
Jueves, 15 de julio de 2021 13:10

“Me están impidiendo trabajar y expandirme. Pero no me voy a cansar”, dice Solange Barroso, la joven madre de La Matanza que creó un emprendimiento de servicio de transporte para mujeres llamado “Ubre”.

Al comenzar a difundirlo por las redes sociales, Uber le envió una carta documento e inició una oposición a la marca en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (Inpi), al entender que es “muy similar y confundible”. Ese conflicto aún no está resuelto.

Cómo sigue

Mientras tanto, Solange cuenta que sigue trabajando por su cuenta con sus clientas, y que tras la difusión de su historia recibió innumerables pedidos no sólo por su servicio, sino de otras mujeres que quisieran trabajar en su emprendimiento. “Pero no puedo hacerlo porque el Inpi aún no define a quién le da la razón. Uber me ofreció primero 400 dólares y después mil dólares por la marca. Pero el precio de mi emprendimiento es mucho más elevado”, cuenta Solange.

La joven madre suele salir a trabajar con su hija de tres años, a quien acomoda en la sillita para chicos, en el asiento de atrás. “Al no haber guarderías por el Covid, tengo que salir con ella. No puedo quedarme quieta, necesito pagar el alquiler, los impuestos, la comida… y el abogado también”, afirma Solange, en relación al litigio que mantiene con Uber.

Solange, profesora de teatro de 6 años, arrancó con su servicio de transporte tras separarse de su pareja, ya que necesitaba ingresos extra. Arrancó trasladando a vecinas y amigas que se lo pedían, y que no se sentían seguras de viajar con choferes varones.

“Por lo general la cultura de estar detrás del volante está asociado a la crudeza y a la dureza de la tarea. Yo me lo tomo de otra forma. Freno en cada semáforo, jamás pelea con nadie…”, describe la mujer, y agrega que “estar conectada energéticamente con las pasajeras me coloca en otro lugar, crea un ambiente cálido, amable, cómplice”.

Solange agradece el apoyo que le llegó tras la difusión de su historia: “Es impresionante cómo todo el mundo me banca. Mi pelea es en representación de las mujeres y contra la precarización que nos quieren imponer las multinacionales”.

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