La CGT expresó su "total repudio" ante "la aparición de hechos que confirman de forma definitiva y sin dudas que en la Argentina existió durante el gobierno de la Alianza Cambiemos un artero ataque político cuyo objetivo era disciplinar y condicionar, entre otros, a los representantes del movimiento obrero organizado".
Un documento firmado por el consejo directivo de la CGT, que colideran Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, aseveró que el hecho de que en la gestión de Cambiemos "el poder político bonaerense haya querido tener como herramienta de control y dominación una policía secreta tipo Gestapo nazi habla del objetivo persecutorio y disuasorio contra las organizaciones gremiales y democráticas".
"Se trata de un verdadero modus operandi coordinado por el poder político, en el que el fin era quitar derechos y condiciones a los trabajadores, apuntando de forma directa y con causas armadas a los dirigentes sindicales", señaló la central obrera.
Los dirigentes rechazaron "ese tipo de maniobras alejadas de las prácticas democráticas necesarias para construir un país en el que la división de poderes sea un valor importante para convivir en paz y en armonía social", puntualizó.
La central sindical enfatizó que el modo de discernir las diferencias siempre es "la discusión política y nunca la ilegalidad de una coacción de quienes representan al Estado", y aseguró que esa coacción tuvo como objetivo "atacar a los más débiles y sus instituciones obreras en la búsqueda de quita de derechos y representatividad".
Además, la CGT remarcó que "es urgente que la justicia tome directa intervención y avance con la aplicación de la ley que esos funcionarios querían forzar y evadir".
"Los derechos y conquistas laborales no pueden ser saqueados a través de mesas judiciales o acuerdos a espaldas de los trabajadores. Cada beneficio en cualquier convenio colectivo o en el marco legislativo de protección laboral fue producto de la fuerza solidaria de los trabajadores. Y eso no puede ni debe someterse a la intencionalidad política de un gobierno para beneficiar a socios de turno", concluyó.
Marcelo Villegas, exministro de Trabajo de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, señaló en un video ante empresarios que hubiese querido tener una Gestapo o fuerza de choque para terminar con los gremios, lo que fue repudiado hoy por la totalidad de los sectores políticos, gremiales e institucionales de la Argentina.