La mayoría de los análisis coinciden que en promedio, los salarios perdieron contra la inflación en el 2024. Pese al relato del gobierno de Javier Milei, los ingresos estuvieron por debajo de la suba de precios, pero esta realidad no fue pareja. Los trabajadores formales bajo convenio, como sucede históricamente, se salvaron de esta catástrofe, en especial en el cierre del año, con la disminución de las cifras mensuales de inflación. En este contexto, los grandes gremios consiguieron cerrar sus discusiones con aumentos adicionales que salvaron una situación que a comienzos de la gestión libertaria parecía irrecuperable.
Por ejemplo, los trabajadores del gremio más numeroso del país (1,2 millones de afiliados) recibirán en enero un aumento salarial que corresponde a diciembre. A partir de la desaceleración inflacionaria, se pactaron incrementos de carácter bimestral. La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) había firmado a fines del mes pasado con las cámaras empresariales una suba salarial para noviembre y diciembre que está en línea con la pauta del gobierno: 5 por ciento en dos tramos mensuales.
Otro de los grandes gremios, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) acordó una mejora salarial para el sector asistencial correspondiente al último trimestre del año pasado. Tras calcular los aumentos en base a los sueldos básicos vigentes en septiembre, el incremento se distribuyó un 4 por ciento en octubre, un 3,8 por ciento en noviembre y un 3,6 por ciento en diciembre.
Otros ejemplos
Las paritarias de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) para 2024 incluyó un aumento del 12,48 por ciento acumulativo para el último trimestre del año y una suba del 4 por ciento en octubre, noviembre y diciembre, sobre los básicos vigentes al 30 de septiembre, 31 de octubre y 30 de noviembre, respectivamente. También una gratificación extraordinaria no remunerativa del 36,2 por ciento, a abonarse en dos cuotas iguales en octubre y noviembre, además de un bono no remunerativo de 150 mil pesos, a abonarse en seis cuotas de 25 mil pesos y un aporte solidario extraordinario del 1,5 por ciento sobre las remuneraciones de los no afiliados.
En el caso de Camioneros, el gobierno no habilitó un aumento salarial del 8 por ciento trimestral (3 por ciento en diciembre, 2,5 por ciento en enero y 2,5 por ciento en febrero), ya que considera que esa cifra atenta contra las proyecciones inflacionarias diseñadas por el ministro de Economía, Luis Caputo. Tras varios tironeos, se acordó un 5,5 por ciento para el trimestre, con un bono de 60 mil pesos en cuatro cuotas.
Por encima del promedio
Con las nuevas subas, el salario básico inicial de los trabajadores de bancos pasará a ser de 1.492.602,84, pesos a lo que se le suman 74.159,14 pesos en concepto de participación de ganancias, lo que conforma un salario total de 1.566.761,98 pesos. Volverán a negociar durante la segunda quincena de marzo.
En tanto, el acuerdo de los aceiteros consistió en el pago de una suma extraordinaria no remunerativa de 1.429.355 pesos para todos los trabajadores encuadrados en el Convenio Colectivo de Trabajo 420/05 de la FTCIODyARA, que será liquidada en enero y en febrero de 2025. Se trata de un pago extraordinario que el sindicato acuerda todos los años desde 2010 y que se imputa como participación en las ganancias. En términos porcentuales, consistió en la aplicación de un incremento del 122 por ciento sobre la suma extraordinaria de 2023, porcentaje equivalente a lo firmado en los acuerdos salariales del año en curso.