El flamante triunviro de la Confederación General del Trabajo (CGT) y dirigente de la Federación Argentina de Trabajadores Camioneros, Octavio Argüello, sostuvo que el conflicto salarial que atraviesa su sector muestra la intención del Gobierno nacional para terminar con las “paritarias libres”. Además, confirmó que seguirán acatando la conciliación.
Tras la salida de Pablo Moyano, que calificó de “tibios” a los integrantes de la mesa chica de la central obrera, el referente de Camioneros consideró que “es un lugar en el que hay que dialogar y ponerse de acuerdo”, como así también, reconoció que “hay muchas preguntas y pocas respuestas”.
El gobierno redobló sus esfuerzos para tratar de que los aumentos salariales del primer bimestre de 2025 acompañen la baja inflacionaria prevista. “Nada por encima del 1 por ciento” es la consigna del Ministerio de Economía, con el fantasma de la no homologación de los acuerdos como telón de fondo. La pauta salarial de Luis Caputo mantiene trabadas las negociaciones del Sindicato de Camioneros para el trimestre diciembre-febrero y dejó sin homologar el incremento del 11,4 por ciento firmado por la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) para el período octubre-diciembre, que se pagó igual en la mayoría de las empresas, pero ahora buscan reformular.
Sin paro a la vista
En una entrevista televisiva, el sindicalista ratificó sus dichos sobre que “no hay clima social para un paro general de la CGT” y apuntó que “hicimos varias medidas después del paro general que no han tenido las repercusiones que hubiéramos querido”. “Hemos tenido fines de año con manifestaciones en los supermercados y este diciembre no tuvo nada”, agregó.
Sin embargo, Argüello advirtió que “si esto se profundiza va a terminar en un gran plan de lucha” ya que “terminar con las paritarias libres es uno objetivos de este gobierno”. “La CGT debería acompañar los diferentes reclamos de los gremios”, comentó, en referencia a la ausencia de la central en varias de las últimas protestas.
Dialoguistas
Por su parte, respondió a las críticas que se le han formulado a la central por reunirse con funcionarios del Gabinete de Javier Milei: “Sentarse en una mesa de dialogo no es claudicar en los derechos”. “Como movimiento obrero no tenemos espacio político para canalizar nuestras demandas”, manifestó.
Por último, el cotitular cegetista ratificó que cumplirán la conciliación obligatoria dispuesta por la Secretaría de Trabajo de la Nación a pesar de la “pérdida muy grande en los sueldos” y del aumento del 8 por ciento y el bono de 580 mil pesos que habían acordado con los empresarios. “Los servicios aumentaron entre un 400 y 600 por ciento y después te discute un 1,8 por ciento”, completó.