Los maquinistas de trenes anunciaron un paro de actividades para la semana que viene, luego que fracasara la última audiencia realizada con autoridades de las empresas estatales del sector. La oferta realizada por los funcionarios no salió del techo que se está imponiendo desde fines del 2024, que establece aumentos que no superen el 2-1 por ciento, bajo el argumento de la baja de la inflación. Pero el gremio asegura que ese incremento no alcanza para recuperar adquisitivo, y anunciaron la protesta. Así, la estrategia de la gestión libertaria para las negociaciones salariales se extiende más allá de los estatales, y afecta a todas las empresas públicas, e incluye como el año pasado a docentes y nodocentes universitarios, que sufrieron las subas arbitrarias dentro de los parámetros oficiales.
Lejos de aplacarse, en 2025 el mecanismo podría potenciarse. Es que versiones indican que el techo podría bajarse aún más, hasta llegar a una instancia límite: la “paritaria cero”, una suerte de congelamiento de los sueldos públicos. Los gremios consideran esto “una locura”, aunque afirman que ven muy difícil una maniobra de este tipo, sin caer en una enorme conflictividad.
Luego de promover un rígido techo en los aumentos salariales, en especial en el sector público, el gobierno de Javier Milei está pensando en profundizar su estrategia, con el objetivo final de mantener la inflación en los niveles actuales. Para eso, podría ir a fondo en las discusiones en las que hace de patronal, es decir, en el estado nacional, y promover la “paritaria cero”. Según las versiones periodísticas que circulan, con el objetivo que los sueldos sean “el ancla inflacionaria en 2025”, a partir de marzo se podrían negar aumentos en el estado nacional, lo que incluiría no sólo a sus trabajadores, sino además a los empleados de empresas públicas y hasta las universidades.
El congelamiento de las discusiones salariales fue una de las medidas que más duro en los 90, en un contexto donde se suponía que no había inflación, por lo que no eran necesarias las discusiones. Lo cierto es que esto generó un atraso salarial monumental, a partir de casi una década de clausurar las paritarias libres. Como sucedió con el techo actual, se comenzará a aplicar en la mesa de negociación de los sueldos públicos, mientras que para los privados se aplicará mediante la no homologación de los acuerdos por fuerza de los parámetros deseados.
Las paritarias “tendientes a cero” tendrán algunas excepciones, indican los rumores, a partir de algunas alternativas que ya están analizando en la secretaría de Trabajo, encargada d esta política. Entre los mecanismos se habla de negociaciones por empresas y sumar la productividad a la discusión. “No creo que puedan congelar el salario, aún con una variación de precios a la baja mes a mes”, aseguró Raúl Llaneza, delegado de la Junta Interna de ATE en el INDEC.
En diálogo con Data Gremial, el referente recordó que “de intentarlo habrá conflicto”, no sólo por el ataque al poder adquisitivo sino además por el contexto en que se da, donde el ajuste está generando despidos masivos y otras situaciones en todas las dependencias públicas. En este sentido, para Llaneza no enfrentar esta posibilidad “se estaría consintiendo no solo la baja salarial, sino además los despidos, el achique del Estado y las bajas por expulsión debido a los bajos salarios”.
Según tienen establecido los trabajadores del organismo de estadísticas, en la actualidad “por cada ingreso al Estado nacional hay tres salidas”. “Al ajuste salarial le tenés que sumar, como estatales, el cierre de organismos, el ataque a la memoria y a la salud y educación pública”, reflexionó Llaneza.
Proyecciones
En el Estado nacional es donde más se pudo ver la política de techo salarial, que se aplica con fuerza desde el comienzo del segundo semestre del 2024. Los acuerdos mensuales tendiendo al 1 por ciento se fueron cerrando pese a la oposición de los trabajadores, constituyendo una pérdida salarial muy importante durante el primer año de gestión libertaria. En este sentido, Llaneza dijo que desde que asumió Milei nuestros ingresos “han perdido un 28 por ciento de poder de compra”, y de seguir “con esta política salarial, esta caída podría agravarse”. Los datos surgen del informe mensual que hace la Junta Interna de ATE-INDEC, que establece cómo la inflación afecta a los salarios públicos. En su último reporte, marcó la baja en 2024, a partir de la necesidad de un salario de base de 1.616.148 pesos para acceder a una canasta de bienes y servicios.
“La pérdida del poder adquisitivo sigue siendo un problema para la clase trabajadora y para los jubilados”, recalcó el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial. Los datos oficiales del mes de diciembre arrojan que “los acumulados del año tanto del Índice de precios al consumidor (IPC), la Canasta básica alimentaria (CBA) y la Canasta básica total (CBT), fueron de 117,8, 86,7 y 106,6 por ciento respectivamente”. En este contexto, se alerta, “el panorama para los estatales es complicado si tenemos en cuenta que el salario de referencia de diciembre del 2015 (10.191 pesos), actualizado a diciembre 2024 debió ser de 1.135.430 pesos, y no los insuficientes 554.750 pesos, sin incluir las sumas fijas de 4 mil pesos, según la grilla salarial del SINEP de diciembre del 2024”.
Esto genera la pérdida salarial del 28 por ciento en un año, que si se amplía el período de referencia a diciembre de 2015 alcanza el 48,5 por ciento. Llaneza proyectó la pérdida del año pasado a marzo, si se llega a implementar la “paritaria cero”: “Sería de aproximadamente del 37 por ciento en caso de 0 aumento en el primer trimestre de este año”.
Otros sectores afectados
La intención del gobierno nacional es llevar tanto el techo salarial como la muy ambiciosa “paritaria cero” más allá de la discusión con los estatales nacionales, y apuntan a otros empleados públicos y al sector primera. A los primeros, se intentará trasladas la lógica de la limitación en la discusión. A los segundos, a través dela no homologación de los acuerdos. En el primer grupo están los docentes universitarios, que ya este año sufrieron el cierre unilateral de aumentos en sintonía con las cifras aceptadas por el Ministerio de Economía.
“Escuchamos sobre la ‘paritaria cero’, es una locura que intenten imponerlo”, sostuvo Francisca Staiti, titular de CONADU Histórica. Ante la consulta de Data Gremial, marcó que hasta ahora “no recuperamos la pérdida salarial 2024, no han convocado a paritaria este mes de enero”, por lo cual implementar este instrumento profundizará la tendencia. “El incremento de diciembre fue del 1 por ciento frente al 2,7 por ciento de inflación. Si el gobierno sigue con esta política de ahogamiento a las universidades y sin paritarias para el sector trabajador imposible que no devenga en un gran conflicto”, afirmó.
En cuanto al sector privado varios meses la secretaría de Trabajo avanzó con la idea de no formalizar los acuerdos entre empresas y gremios, desconociendo lo dicho por el Milei candidato que hablaba de “no intervención estatal”. En este sentido, hay acuerdos salariales firmados que aún no han sido homologados debido a que superan la pauta del 1 por ciento. Uno de ellos es el acuerdo alcanzado en octubre por la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), liderada por Héctor Daer, que acordó un aumento del 11,4 por ciento en tres tramos para el período de octubre a diciembre, pero aún no ha sido aprobado por la Secretaría de Trabajo.
Otro acuerdo se firmó entre la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), liderada por Luis Barrionuevo, y la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (FEHGRA), que establece un aumento del 16 por ciento en tres tramos para el período de noviembre a febrero, pero también está pendiente de aprobación por superar la pauta salarial establecida por el gobierno.