Ultimátum del gremio de la Alimentación: va a un paro por 24 horas si no se acuerda un aumento salarial en las próximas horas

Fue luego de que los empresarios del sector ofrezcan un 45% se aumento que desde el gremio calificaron  como "insuficiente". Los gremios más importante lograron mejoras de casi el 60%.
05 de mayo de 2022

La Confederación de Asociaciones Sindicales de Industrias Alimenticias (CASIA) viene llevando una tensa negociación con la cámara patronal FIPA, encabezada por Funes de Rioja al igual que la Unión Industrial (UIA) y la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y reclama un aumento salarial del 60% ante la oferta de un 45%.

En este marco, según detallaron desde el sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), que lidera Rodolfo Daer, si no hay acuerdo, comenzará un  paro en la Capital y en la provincia de Buenos Aires. El dirigente remarcó que "con un 45% de aumento y este nivel de inflación no se llega a recuperar el poder de compra de cada trabajador y trabajadora".

"La industria de la alimentación viene con ganancias desde la pandemia, que se potenciaron con el conflicto bélico. Solo basta con mirar los balances de los últimos dos años para tener una idea de lo que han facturado". enfatizó Daer.

Alimentación, que a nivel nacional lidera a Héctor Morcillo y Daer en Buenos Aires y cuenta con alrededor de 80 mil operarios distribuidos en industrias de todo el país, reclama un aumento similar al de Gastronómicos y pretende un primer tramo de un porcentaje alto. La paritaria que está en discusión abarca el período mayo 2022 – abril 2023.

"Todas las negociaciones fracasaron porque no quieren superar el techo que fijan del 45% y lo que nosotros pretendemos es que las trabajadoras y trabajadores de la Alimentación no pierdan el poder de compra de sus salarios" enfatizó y aseguró que ese porcentaje "es firmar la pérdida absoluta del salario".

De esta manera, en caso de no alcanzar un acuerdo, la Federación, en tanto, lanzará un plan de lucha que incluiría un cese de actividades por 24 horas a nivel nacional, pero comenzaría con asambleas y quite de colaboración por turnos –afectando la cadena de producción de las fábricas-, movilizaciones a la cámara y protestas en las empresas, más una campaña de difusión exponiendo las ganancias de las alimenticias y el nivel de los salarios del sector.