En pocos días, varias empresas radicadas en la provincia de Buenos Aires anunciaron su cierre definitivo, despidiendo a todo su personal. Dass, firma del calzado que hace trabajos para grandes marcas en la localidad de Corones Suárez, y la alimenticia Dánica son la punta de un iceberg de una crisis que puede explotar en 2025. La destrucción de puestos de trabajo en territorio bonaerense, de la mano de las políticas “anti industriales” del gobierno nacional, genera alarma en la gestión de Axel Kicillof, que además debe sufrir el recorte en los fondos coparticipables, una “doble jugada” que busca asfixiar al principal territorio opositor de estos días. En este sentido, el ministro de Economía provincial Pablo López salió a criticar estas situaciones, potenciadas por la apertura de importaciones y la baja del consumo.
“A un año de asumir el gobierno de Milei, cerca de 130 mil argentinos y argentinas perdieron su puesto de trabajo registrado en el sector privado. De ese total, 54 mil son bonaerenses”, se quejó el funcionario, que marcó que “los sectores más golpeados continúan sin mostrar signos claros de recuperación”. En este contexto, los gremios bonaerenses llaman a respaldar la gestión del gobernador, como hicieron las dos fracciones de la CTA pidiendo a la oposición que aprueben el proyecto de presupuesto para el año que viene.
Desde la gobernación vienen alertando del impacto que genera la reducción de los fondos coparticipables, que afectan las cuentas bonaerenses. Además, la desregulación económica, la apertura de importaciones y el tipo de cambio están complicando al corazón productivo de la provincia de Buenos Aires, lo que puede verse en los datos actuales, y el aumento de los despidos y suspensiones. En 2024, asegura un informe elaborado por el Ministerio de Economía provincial, “la contracción económica en la provincia de Buenos Aires fue de 4,5 por ciento”.
Al aislar el agro, agregó el reporte al que tuvo acceso Data Gremial, “la caída se aproxima al -8 por ciento, una verdadera tragedia productiva”. “El 2024 fue un pésimo año para la producción y el trabajo en la Provincia. Los principales indicadores físicos de la industria tuvieron caídas profundas, de entre -8 y -33 por ciento”, agregaron. “No hay recuperación a la vista: en 2025, el Gobierno nacional pretende profundizar el ajuste”, insistió el trabajo. El funcionario ya se había quejado de la destrucción de empleos que esta realidad genera, y ahora apuntó a la caída de la actividad productiva.
“La crisis productiva es grave y la provincia de Buenos Aires sufre la peor parte”, dijo López en su reporte. Por un lado “absorbe gran parte del recorte fiscal a las provincias”, y por otro “padece el impacto de una recesión con sesgo anti-industrial. Necesitamos construir la alternativa a este modelo improductivo”. Dado el perfil productivo de la Provincia, la recesión es más aguda que en el resto del país, dicen desde el gobierno bonaerense, que esta semana activó una audiencia para intentar buscar una solución en Dass, la firma que cierra sus puestas por el aumento de la importación.
Menos coparticipación
La retracción en la producción y el empleo de la provincia de Buenos Aires se explica por las políticas nacionales, y por el ataque directo de la Casa Rosada a su gestión, a través del recorte de los recursos dela coparticipación, una de las medidas más criticadas al gobierno libertario, que eligió a su par bonaerense como “el enemigo perfecto”. Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) confirmó que las transferencias que hizo la Nación a las diversas jurisdicciones culminaron el 2024 con “una suba real interanual del 1 por ciento, aunque el balance del año expuso la baja real interanual del orden del 10 por ciento”.
Asimismo, el documento marca que hubo una suba de la coparticipación neta en diciembre. Pese a eso, al considerar la evolución individual en las jurisdicciones de los envíos por transferencias automáticas -la coparticipación más conceptos de compensaciones del Consenso Fiscal-, observaron que en todos los casos la variación real fue positiva, con la excepción de la provincia de Buenos Aires.
Por otro lado se ubican las transferencias no automáticas que, según Nadin Argañaraz, titular del IARAF, expresaron en 2024 una caída real del 76 por ciento. “En el total 2024, todas las jurisdicciones tuvieron una caída interanual real en el gasto pagado, salvo CABA, que recibió un 33,7 por ciento más que en 2023”, esto explicado por el cumplimiento de la medida cautelar que dictó la Corte Suprema de Justicia.
Así, en diciembre de 2024 las provincias recibieron 340.042 millones de pesos, lo que implica una caída interanual nominal de 34,7 por ciento. “Resulta interesante cuantificar la caída del peso relativo de las transferencias no automáticas en el PBI. De un uno por ciento del PBI en 2023, se redujeron a 0,3 por ciento en 2024, constituyéndose en el año de menor peso relativo de este tipo de transferencias”, planteó el experto.
Intervención
López también salió a dar datos de este esta caída, al marcar que el año pasado los recursos coparticipados a la Provincia se desplomaron un 10,8 por ciento, lo que calificó como “una caída brutal e inédita producto de las políticas de ajuste nacionales”. “Buenos Aires es la provincia más perjudicada por el mal desempeño tributario de la Nación, tanto en términos absolutos como relativos”, sentenció el funcionario de Axel Kicillof.
Para el ministro provincial, “a pesar de la fuerte caída de la coparticipación, la recaudación total tuvo un retroceso anual menor”, del orden del 5,5 por ciento real, porque los tributos no coparticipables no cayeron. “De esta manera, el perjuicio fue centralmente a las provincias y Nación aumentó su participación en la recaudación”, explicó López.
No solo en el conflicto de Dass se involucró la provincia de Buenos Aires. a través de Walter Correa, titular de la cartera laboral, se intenta frenar las consecuencias del ajuste libertario, que se traduce en cierre de fábricas y despidos. Este jueves, el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en el conflicto por despidos en la planta de General Cerri de la empresa Harinas Bajo Hondo SACI, tras el plan de lucha impulsado por la seccional Bahía Blanca de la UOMA.
La disposición dictada por la cartera bonaerense establece un período de quince días para que las partes profundicen las negociaciones en búsqueda de un acuerdo. Asimismo la medida ordena reincorporar y reinstalar en forma inmediata a los seis trabajadores despedidos. La decisión adoptada por el ministerio se dio a conocer luego de la convocatoria a paro de actividades por 96 horas desarrollado por el gremio de los obreros molineros, representado en la zona por Julio Vidal y Raúl Camacho, con respaldo de la CGT regional y el Bloque de Unidad Sindical bahiense.