La crisis de ingresos dispara conflictos en los municipios de todo el país: hay alerta sindical

Los bajos salarios que se pagan en el sector están generando protestas, en especial en la provincia de Buenos Aires. La situación reflota el pedido para crear una paritaria nacional que fije un piso de ingresos.

30 de julio de 2024

Durante la campaña presidencial, la dirigencia de la Confederación de Trabajadores Municipales (CTA) logro el compromiso de entonces candidato Sergio Massa de poner en marcha la Paritaria Nacional Municipal, una iniciativa que vienen impulsando hace años y que busca crear un piso salarial para todas las comunas del país. Inspirado en el Consejo del Salario Municipal que se creó por ley en la provincia de Buenos Aires, este instrumento quedó totalmente congelado con el triunfo libertario, incluso en territorio bonaerense, donde la ley 14.656 está vigente, pero no se termina de poner en marcha la mesa de discusión provincial. Esto está disparando los conflictos en los distritos, ya que el histórico retraso salarial del sector se ve profundizada en la actual crisis. El epicentro de esta realidad son los partidos bonaerenses, donde la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO) se mantiene “en alerta” por las condiciones que quieren imponer los intendentes. “Le copian la motosierra al presidente”, dijeron desde la entidad.

En las últimas semanas, en varios distritos se dispararon conflictos sus trabajadores, por la falta de acuerdo salarial. es que el recorte que inició Nación bajo el paraguas del plan motosierra impacta en las provincias y los distritos, que deben en muchos casos asumir con fondos propios los recursos que recortó el presidente Javier Milei. Además, uno de los problemas que se mantiene desde hace años a nivel municipal es la falta de un piso salarial que evite que los intendentes paguen salarios tan desparejos, y en muchos casos por debajo de la línea de la pobreza. Para eso, la CTM propone hace años una paritaria nacional similar a la docente, que crea un piso salarial, y que fue presentado por primera vez en 2012, pero nunca logró instrumentarse. El sentido de esta paritaria es el de fijar un piso, para evitar que trabajadores formales tengan haberes por debajo de la línea de pobreza. Eventualmente, se contemplaba “un aporte complementario desde Nación para los distritos menos pudientes”. Ante esto, se motorizan reuniones en distintas regiones de la Provincia, como la que se llevó adelante esta semana en Quilmes.

En campaña, la dirigencia municipal logró el compromiso de Massa de implementar la iniciativa, pero la victoria de Milei cambió la situación, ya que el libertario nunca se pronunció al respecto, y el plan de ajuste para lograr el déficit fiscal hace difícil pensar en recursos para conseguir este derecho. En tanto, en la provincia de Buenos Aires, la ley actual establece la creación del Consejo del Salario Municipal, que iba a ser puesto en marcha en el 2023, pero no hubo acuerdo en sus integrantes y se terminó frustrando. En la actualidad, no hay señales de su implementación, y el aumento de los conflictos en diversos partidos vuelve a poner el tema en la agenda. “Estamos atentos a ver cómo evolucionan las cuestiones salariales”, afirmaron a Data Gremial fuentes de la FESIMUBO, que dicen estar centrados en los conflictos que se están disparando. Sobre su participación en los mismos, aseguraron que “los gremios de base tienen autonomía de tomar medias, y si creen necesaria el apoyo de la federación, allí estaremos”.

Crisis en Mar del Plata

Uno de los conflictos más importantes en la actualidad se da en General Pueyrredon, donde los municipales realizan una vigilia en las distintas dependencias comunales, luego de rechazar la oferta salarial del intendente Guillermo Montenegro. Según decidió el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), la medida incluye “retención de tareas”, que fue criticada por el jefe comunal, que amenazo con sanciones. La última oferta de incremento realizada por la gestión fue de un 13 por ciento a pagarse en dos cuotas iguales en julio y agosto. El gremio lanzó una especie de “asamblea virtual” para que sus afiliados voten a la distancia si la aceptan o la rechazan, además, de una cumbre presencial en la sede comunal. Finalmente, se comunicó que el 67 por ciento de los trabajadores votó “en contra de la propuesta paritaria del Ejecutivo”, lo que hizo escalar el conflicto.

En declaraciones recientes, el titular de la FESIMUBO Rubén García acusó al intendente de la situación que se vive en Mar del Plata y alrededores: “El deterioro de los salarios se debe a la tozudez del intendente Montenegro de no reconocer la inflación”. Además, el dirigente resaltó que aún “se les debe a los trabajadores alrededor del 35 o 40 por ciento de la paritaria anterior”. En abril de este año, el intendente Montenegro intentó limitar el derecho a huelga de los municipales, declarando esencial las tareas de los empleados de la municipalidad de General Pueyrredón. La intención, que va en sintonía con la reforma laboral que intenta aprobar el gobierno nacional a través de la Ley Bases, fue duramente cuestionada por el gremio local y la FESIMUBO, que marcaron que la propuesta no hace más que aumentar la conflictividad.

El sector tiene uno de los salarios promedios más bajo del país, y viene luchando para que se cumplan algunas de las normas de la ley aprobada en 2014, como la aprobación de convenios colectivos en cada distrito. La entidad recordó que esta misma medida se intenta imponer a los docentes y el transporte a nivel nacional. Si bien no se dieron mayores detalles de la propuesta, se estima que la idea es que los sectores declarados esenciales tengan que dejar guardias en sus puestos laborales, y no podrán paralizar completamente las actividades. Lo hará mediante una ordenanza que tratará el Consejo Deliberante local. Desde FESIMUBO, rechazaron la medida: “No hay antecedentes en la provincia de Buenos Aires ni en todo el país de una iniciativa de este tipo”, le dijeron en su momento a Data Gremial desde la federación.

Otras situaciones  

Además de lo que sucede en Mar del Plata, hay varias situaciones conflictivas en la provincia de Buenos Aires. En San Isidro, por ejemplo, desde el Sindicato de Trabajadores Municipales calificaron de “vergonzosa” la oferta del jefe comunal de una suba del 15 por ciento. “Es paupérrimo y pierde por goleada frente a la inflación”, le dijo a Data Gremial una fuente de la entidad, que este martes realizó asambleas sorpresa en el sector del cementerio para reclamar una mejora salarial más importante”. “Hoy, mientras el ABL aumentó el 191 por ciento hasta la fecha, a nosotros nos proponen un 15 por ciento”, agregó la misma fuente. “Nos llama poderosamente la atención la actitud del gobierno de San Isidro, que rompió el diálogo”, agregaron. La idea es que haya medidas similares en toda la estructura comunal sin previo aviso.

En tanto, en otros distritos del conurbano bonaerense empezaron a cerrar acuerdos paritarios para lo que resta de 2024 con sus respectivos sindicatos de trabajadores municipales, como son los casos de Vicente López, Morón, Pilar y Villa Gesell. El Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López, que encabeza Victorio Pirillo, acordó con la intendenta Soledad Martínez un incremento del 70 por ciento para el segundo semestre del año. “Todo en blanco, nada en negro, nada en bono”, afirma la comunicación que el gremio envió a cada uno de sus afiliados. El incremento será de 30 puntos en agosto, acumulativos sobre el salario de junio, y de 10 por ciento mensual hasta diciembre. En Villa Gesell, el intendente Gustavo Barrera firmó un acuerdo con el sindicato, que llevará el salario inicial de los 180 mil pesos de principio de año a 420 mil pesos en agosto y 460 mil en septiembre, redondeando un aumento de 180 puntos. El acuerdo incluye además un bono de 10 mil pesos, a pagar en tres cuotas mensuales durante el tercer trimestre del año.