El alivio en Ganancias anunciado por Sergio Massa para un sector de los trabajadores registrados divide a la CGT en paralelo al tono que debería tener el acto convocado para el 1º de Mayo. Los portuarios de la FeMPINRA, liderados por Juan Carlos Schmid, por ejemplo, lanzarán hoy un plan de lucha por considerar “insuficientes” las modificaciones al tributo.
El ex triunviro cegetista consideró que “hay un fuerte malestar” en el sector por los anuncios respecto al impuesto a las Ganancias ventilados el fin de semana por Economía y por eso llevarán a cabo una protesta “en forma escalonada” en todo el ámbito marítimo, portuario y fluvial durante esta semana.
En cambio, otros dirigentes como Héctor Daer, cotitular cegetista, salieron a resaltar las medidas anunciadas por el titular del Palacio de Hacienda.
Más diferencias
No es la única divergencia. La organización del acto por el Día de los Trabajadores también divide aguas luego de haber sido convocada tras la reunión de mesa chica “ampliada” celebrada la semana pasada en la sede de UPCN.
Hoy no tiene locación ni invitados definidos. En las últimas se conoció la posible invitación a Massa pero hay sectores que no acuerdan con ello e insisten que el comunicado final tiene que tener un tono crítico contra un Gobierno que no puede contener el problema inflacionario, el mismo que viene horadando el poder adquisitivo de los trabajadores desde hace meses.
Así hay posibilidades que la concentración se realice en la sede gremial de calle Azopardo, en el Monumento al Trabajo del bajo porteño o bien en el estadio de Platense.
Esta última sede ha ganado fuerza en las últimas horas. Es probable que los integrantes de la conducción cegetista oficien de oradores. La gran duda es si estará Pablo Moyano. Se descuenta que se ausentará algunos dirigentes sindicales, como aquellos que orbitan en el espacio kirchnerista, como “Paco” Manrique (Smata), que supo estar el pasado lunes anunciando la marcha de este jueves a Tribunales contra la “mafia judicial”.
Siguen las divergencias
Tampoco hay acuerdo por ahora en el contenido del documento final. Hay dirigentes que quieren hacer escuchar las críticas por un trazado económico que no ha garantizado la defensa del salario real. Otros, en cambio, acuerdan en surfear la problemática y, en todo caso, hacer una interpelación a toda la clase política.
Pero también prima la cautela para no generar más ruido en un Gobierno débil que llega a las elecciones con internas irresueltas. “Hay que parar la pelota. Estamos a un paso del 'que se vayan todos'”, expresó una fuente sindical consultada, ubicándose en una posición intermedia.