Luego de una reunión reservada entre el rector Ricardo Gelpi y el secretario de Educación nacional Carlos Torrendell, la Universidad de Buenos Aires (UBA) anunció que llegó a un acuerdo con el gobierno nacional para recomponer y aumentar los fondos que se deben girar para su normal funcionamiento, mediante un comunicado, la entidad educativa anunció el fin de la emergencia presupuestaria, que se había declarado en medio de la disputa por los recursos.
El acuerdo en solitario de principal casa de estudios superiores del país generó el enojo del resto de las entidades que forman el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que protestaron por la discriminación que sufren el resto de sus integrantes. Incluso se habló de una “jugada política” vinculada a la aprobación de la Ley bases, donde se necesitan los votos radicales, muy vinculados a la UBA.
En tanto, en los gremios la situación también incomodó. A poco de anunciar un nuevo paro nacional por mejoras salariales y presupuestarias, el titular de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) Daniel Ricci dijo que la movida nuestra “que la plata está”, y rechazó dejar a fuera al resto de las entidades del país.
Según informó el Consejo Superior de la UBA, luego del acuerdo logrado por Gelpi y Torrendell, que contó con la bendición de su superior Sandra Pettovello, “se suspendió la emergencia presupuestaria” que había declarado el pasado 10 de abril.
La medida surge a raíz del acuerdo, que garantiza “el funcionamiento operativo de la institución”. Con el refuerzo asignado, recalcaron desde la casa de estudios, “se incrementó el presupuesto para gastos de funcionamiento que oportunamente había sido prorrogado”.
El mismo implica “una actualización de los gastos, sin incluir salarios y otras partidas, del 270 por ciento interanual respecto del presupuesto sancionado para la universidad en 2023 y de 300 por ciento para los hospitales universitarios y aquellas funciones de la universidad vinculadas al área asistencial”. De marzo a abril, la mejora de la UBA en materia de recursos fue del 47 por ciento, seguida por el 27,8 por ciento de la Universidad Nacional de La Rioja, 25,1 por ciento de la Universidad Nacional de Córdoba, y el 15 por ciento de la Universidad Nacional de Cuyo. El resto fueron mejoras del 9 por ciento promedio.
Las noticias sobre el acuerdo llegaron a pocas horas que el Frente Sindical de Universidades Nacionales anunciara un nuevo paro nacional, continuidad del plan de lucha iniciado el 23 de abril, cuando participaron dela gran marcha en la Ciudad de Buenos Aires.
Para Ricci, titular de FEDUN, el acuerdo de la UBA “muestra que lo que está haciendo el gobierno nacional es un ajuste sobre las universidades nacionales a las que desprecia, porque la plata está”. “Con lo cual más allá de haber aumentado el presupuesto de la UBA, nosotros exigimos la recomposición presupuestaria para la totalidad de las universidades nacionales, porque no debe haber discriminación entre entidades”, dijo el referente sindical, en diálogo con Data Gremial.
Ricci recordó que los gastos de funcionamientos “representan solo el 10 por ciento de los gastos universitarios”, por lo cual no soluciona su reclamo salarial. “Al mes de abril los salarios vienen perdiendo más del 60 por ciento frente a la inflación. Frente a este panorama no hay posibilidad de solución del conflicto universitario sin resolver el tema salarial”, recalcó el dirigente.
Plenario
Ante esta realidad, FEDUN realizó un plenario de delegados, para analizar el plan de lucha con el frente y la situación generada por el acuerdo unilateral de la UBA. Además, se discutieron “los pasos a seguir en la continuidad del plan de lucha que iniciamos en unidad junto otras representaciones gremiales docentes, no docentes que integramos el Frente Sindical Universitario”.
El primer punto del documento consensuado estableció “adherir a la movilización convocada por la CGT, el Frente Sindical Universitario, la Mesa de Organismos de Derechos Humanos y movimientos sociales, para el día que se trate en el senado la Ley Bases”. Además, se resolvió el cronograma de protestas de la semana que viene, con “una jornada de visibilización de las demandas el miércoles 22 y un paro de docentes y nodocentes, sin concurrencia a los lugares de trabajo, el jueves 23”.
Desde la FEDUN destacaron que “seguimos insistiendo en la necesidad de recuperar el salario de los trabajadores universitarios, que llevamos perdido al mes de abril más del 50 por ciento de nuestros ingresos frente a la inflación, la recomposición de los gastos de funcionamiento para la totalidad de las universidades públicas las cuales hoy en día están siendo discriminadas, la continuidad de las obras de infraestructura en las universidades y las becas para los y las estudiantes”. “En unidad los y las docentes, junto a los no docentes que integramos el Frente Sindical de las Universidades Nacionales reafirmamos nuestro compromiso en defensa de nuestros salarios y de las banderas de la Universidad pública, gratuita, de calidad y al servicio de los pueblos”, concluyó el documento difundido.
Reclamo del CIN
Ante el anuncio del acuerdo de la UBA y el entramado político detrás, el CIN se declaró en “estado de sesión permanente” y emitió un comunicado donde expuso su postura respecto de estas negociaciones.
“La actualización en un 270 por ciento del presupuesto de gastos de funcionamiento y de un 300 por ciento para hospitales a la UBA implica el reconocimiento por parte del gobierno nacional de uno de los aspectos del problema -y su grave magnitud- que todo el sistema universitario viene planteando desde enero de este año”, subrayaron los rectores de todo el país. en este punto, marcaron que “resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas”.
Por eso, “no aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda”. Por lo tanto, “habiendo el gobierno confirmado con sus actos que los recursos están, exigimos inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual al otorgado a la Universidad de Buenos Aires para todas las universidades públicas de la Nación”. “Con la misma urgencia, seguiremos bregando por paritarias para las y los trabajadores de las universidades que recompongan la pérdida del poder adquisitivo del salario, por el sostenimiento y el fortalecimiento del sistema científico y tecnológico, por la actualización del monto destinado a becas estudiantiles y por la recuperación de las obras de infraestructura hoy paralizadas”, agregó el documento del CIN.
Los rectores hablaron de “metodología que promueve la división entre universidades” al acuerdo, y como FEDUN sostiene que “no es solo un problema de recursos, es también de principios”.
Por eso, crecen las versiones respecto al uso de este acuerdo por parte del gobierno para lograr además los votos de la Ley Bases, que en el Senado se discute y los gobernadores son los principales protagonistas. Que las casas de estudio de La Rioja, Córdoba y Mendoza reciban recursos por encima del promedio fue visto como “un favor” para los gobiernos provinciales, para buscar sus votos.
Lo mismo puede leerse detrás del acuerdo de la UBA, donde el radicalismo es muy fuerte. En esto punto, las miradas apuntan a Martín Losteau, senador y aliado del vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti.