La semana pasada, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) confirmó la cuarta víctima fatal entre los trabajadores del sector por la exposición al asbesto, material cancerígeno presente en trenes y estaciones, que el gremio viene reclamando desde el 2018 sea retirado por parte de la empresa concesionaria. Jorge Navarro, empleado del taller Constitución, falleció por un cuadro de cáncer de pulmón, según lo reconoció una auditoría médica en el 2020 se originó por la exposición al asbesto. Este es la cuarta muerte, y reactivó el reclamo de los metrodelegados para que Emova y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apure las tareas para quitar el asbesto, y compre nuevas unidades para reemplazar las contaminadas.
Para potenciar el pedido, ayer miércoles realizaron una serie de paros parciales en todas las líneas, que por dos horas durante horas no pico paralizaron el servicio. El gremio alertó que pese a los avances es necesario apurar la desasbestización, y recordaron que hay 2.700 empleados expuestos que deben ser controlados periódicamente. Si bien la empresa dijo que realiza los monitoreos necesarios, desde la Secretaría de Salud Laboral de la AGTSyP afirman que todos los estudios “dan positivo de fibra de asbesto”, y piden que se incluya a todos los trabajadores, incluyendo a los jubilados, en este registro de control.
El paro de los trabajadores del subte se realizó de forma escalonada, para repudiar la presencia del material cancerígeno, prohibido en el país desde el 2000, pero que sigue presente tanto en piezas de los trenes como en instalaciones y estaciones. “Exigimos el retiro inmediato del asbesto de toda la red, el cambio de las flotas contaminadas, la declaración de emergencia para la línea B y el ingreso al RAR (Relevamiento de Agentes de Riesgo) de todos los trabajadores”, reclamó el gremio mediante un comunicado de prensa.
Los metrodelegados denuncian que en la actualidad 2.700 personas se expusieron al material. “Estos son los trabajadores que están en monitoreo periódico por exposición al asbesto, pero hay que aclarar que somos 4 mil empleados de todas las líneas de subte y premetro, por eso estamos pidiendo que entremos todos a este listado, porque todos hemos estado en contacto al material”, le dijo a Data Gremial el secretario de Salud Laboral del gremio, Francisco Ledesma. En este punto, recalcó que “otra cosa que pedimos es que a los jubilados les sigan haciendo el monitoreo que marca el registro, por estar tantos años trabajando junto al material”.
La primera denuncia de la AGTSyP se hizo a mediados del 2018, cuando se alertó sobre la presencia de piezas con asbesto en los trenes comprados al Metro de Madrid. Allí comenzó una importante campaña por parte del gremio, que tomó el tema como prioritario. Luego de seis años de reclamos, se estima que ya se retiraron varias toneladas del material, pero quedan otras tantas. “Las mediciones de monitoreo que viene haciendo la empresa, más de 3 mil, dan que hay asbesto en el aire”, recalcó Ledesma, que así salió al cruce de los dichos de Emova, que dijo estar cumpliendo con las tareas necesarias.
“La empresa se agarra de una normativa que si el material está por debajo de determinado valor es aceptable, pero nosotros creemos que una sustancia cancerígena en un medio de transporte masivo, que además está confinado porque no tiene ventilación natural, no es aceptable, por un tema de salud pública”, insistió el dirigente sindical. En este sentido, aseguró que “ninguna medición dio negativo, hay presencia de fibras del material, en un cabello humano entran 120 fibras de asbesto, que en seis meses generan una enfermedad terminal que además es muy cruenta porque los pulmones terminan siendo un cartón”.
La respuesta e Emova
En tanto, Emova emitió un comunicado en el marco del paro y la denuncia de un nuevo muerto por asbesto, donde ratifica que se “continúa monitoreando que las líneas cumplen con las condiciones exigidas por las normas”. “Se ratifica que se ha demostrado y se continúa monitoreando que el ámbito del subte cumple con las condiciones exigidas por las normas que regulan la seguridad en el trabajo en base a estándares científicos y técnicos”, destaca el escrito.
“Prueba de ello son las más de 3 mil mediciones realizadas sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte, dado que el 100 por ciento arrojan resultados considerados adecuados para la salud. Las mediciones se realizan constantemente y están a cargo de instituciones y laboratorios que fueron validados por la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, continúa el comunicado. En este sentido se remarca que la Dirección General de Protección del Trabajo dependiente de la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio de la Ciudad de Buenos Aires confirmó que “de acuerdo a las medidas realizadas las condiciones son adecuadas para el desarrollo de la actividad”.
“La compañía lleva adelante un plan de vigilancia de la salud, en cumplimiento de las normas de seguridad e higiene actualmente vigentes, por el cual un grupo de empleados del Subte realiza estudios médicos anuales en el Hospital Británico, que cuenta con un departamento especializado y los resultados son compartidos en una comisión médica integrada por el gremio, la ART, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y la empresa”, sumaron. Por otra parte, informaron que la empresa “continúa trabajando desde 2018 en el plan integral de desasbestizado en todo el ámbito de la Red a través de una mesa interdisciplinaria en la que participan también las entidades gremiales”.
Proyecto de detección
La primera denuncia sobre la presencia de asbesto se dio en 2018, luego de una investigación en España. Luego de negar la situación, hace un tiempo se admitió el tema, y se comenzó con el proceso de retiro. Hasta ahora, según la empresa, se retiraron 90 toneladas de material contaminado, y el gremio cree que faltan otras 300. En noviembre del 2023, el gremio presentó un proyecto para crear un sistema que permita detectar de forma rápida el material, a través del denominado Sistema Federal de Gestión del Asbesto Instalado. La principal tarea de este espacio será hacer un “mapeo a nivel federal” de material contaminados y potencialmente peligrosos, tanto en el subte como en edificios y otros lugares sensibles.
En el XII Encuentro Internacional de la Coordinadora de Sindicatos de Metros, que se realizó en la Ciudad de Buenos Aires la semana pasada con la participación de sindicatos de Chile, Brasil, Perú, México, Panamá, Francia, Reino Unido, Corea, España y la Argentina, se realizó la presentación de “Salud laboral y asbesto: El caso argentino”, donde se explicó la lucha de los trabajadores del subte porteño. En la misma expusieron la doctora neumonóloga (UBA) y subsecretaria de Condiciones, Medioambiente de Trabajo y Salud Laboral de la CTA de los Trabajadores, Lilian Capone; el licenciado en Química (UBA) y especialista en Seguridad e Higiene en el Trabajo, Hernán Rubio, y el abogado Guillermo Gianibelli.