A mediados de mayo, la cadena Changomás comenzó un agresivo plan de reducción de personal, con el despido de al menos 150 trabajadores. La situación generó alarma en el sector mercantil, en el marco de un marcado descenso de las ventas. Es que la festejada baja de la inflación que anunció el gobierno nacional parece estar sostenida por una profunda recesión, que hizo bajar la venta de casi todos los rubros, incluyendo alimentos y bebidas. Diversos informes confirman el desplome del consumo, y la posibilidad que esta situación termine con cesantías masivas en el sector. Es que el caso de la cadena del grupo que lidera Francisco de Narváez no es un caso aislado, y en los últimos días otras empresas registraron conflictos similares. El último ocurrió en el conurbano bonaerense, con el cierre intempestivo de una sucursal del mayorista Diarco, que se un día para el otro cerró sus puertas en la localidad de Lanús. Un reporte habla que sólo en mayo, la baja en la venta de alimentos supera el 20 por ciento.
En el sector mercantil hay temor que la baja del consumo pegue de lleno en el empleo, y los casos de despidos que comenzaron a darse parecen darle la razón a esta idea. El de Changomás es el más alarmante, porque además no sigue una lógica. Las cesantías fueron sin ningún criterio, y afectaron a sucursales de todo el país. hasta el momento, se notificaron 150, pero algunas fuentes consultadas hablan de unas 400 personas con posibilidad de perder su trabajo. “La mayoría es personal bajo convenio, sin ningún criterio. Hasta el momento sólo en la zona oeste hubo una medida de conciliación, el resto de los despidos siguen vigentes”, le dijo a Data Gremial una fuente cercana al conflicto. En este sentido, el SEOCA, seccional mercantil de la zona oeste del conurbano, mantiene las negociaciones en el marco del Ministerio de Trabajo. Además, hubo despidos de personal jerárquico, aunque muy pocos. “Changomás ya desmanteló la estructura de gerentes y jefes, por eso no hubo tanto afectados”, explicaron las fuentes consultadas.
La principal razón de este plan de reducción apunta a la baja de las ventas, que se profundizaron en los últimos meses. Además, resurgió la posibilidad de una venta a la empresa Coto, pero hasta ahora desde Dorinka, que maneja Changomás, no lo confirmaron. “Hace dos años que se está hablando del tema, pero nadie lo confirma. Desde Recursos Humanos de la firma no confirman nada, pero no lo descartan”, afirmaron otras fuentes. Si la versión de la fusión es real, los despidos estarían vinculados a “adaptar la estructura”, pero los gremios mercantiles consideran que son dos empresas “muy distintas en su funcionamiento”. “Esta es una maniobra que la empresa viene realizando a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires y en el Interior. Esto también pasó en Avellaneda y en Mendoza”, aseguró el SEOCA mediante un comunicado.
Cierre en Lanús
En tanto, en la localidad de Lanús hace unos días cerró sorpresivamente la sucursal de la cadena mayorista Diarco, dejando a 25 empleados en la calle. La empresa ya había cerrado su local en Berazategui, bajo el mismo argumento: la crisis de consumo. Una vez que se produzco el cierre, el Sindicato de Comercio de Lanús-Avellaneda (SECLA) inició negociaciones para que se garanticen las indemnizaciones, ya que la firma se mantuvo firme en su idea de cerrar el local, ubicado en Remedios de Escalada. “Hay un goteo de despidos, en locales chicos, y ahora están llegando a las grandes firmas. Es parte de la crisis de consumo, que se está llevando puesto todo”, admitió una fuente del sindicato, ante la consulta de Data Gremial.
Una vez anunciado el cierre, el SECLA convocó a una asamblea para evitar el vaciamiento de la mercadería del lugar y el peligro de “no tener capitales sobre los que se pueda reclamar”. Allí se pactó un encuentro en la cartera laboral de la provincia que comanda Walter Correa. A partir de esto, se logró u principio de acuerdo para el pago de las indemnizaciones al 120 por ciento. En la zona sur, dicen las fuentes, en los últimos tiempos hubo más de 1.200 despidos en el sector mercantil, lo que genera alarma.
Datos alarmantes
Los datos de la retracción del consumo, en especial de los rubros que sostienen a los supermercados, marcan que en el futuro inmediato pueden multiplicarse los conflictos. En este sentido, el rubro “alimentos y bebidas” experimenta una fuerte caída de ventas que ronda el 23 por ciento, lo cual refleja el “impacto de la crisis provocada por la escalada de precios y la recesión”, según informes privados. Uno de ellos, de la consultora Nextbyn, reflejó caídas en casi todos los rubros del sector. “El rubro bebidas es uno de los más afectados, ya que las gaseosas y el agua mineral fueron algunos de los productos que más incrementos mostraron en las góndolas”, afirmó el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial. Esto datos preocupan al sector empresarial, ya que indican que “el poder adquisitivo de los consumidores sigue perforando su piso mes a mes”.
Entre enero y abril, se destacó, “las gaseosas de primeras marcas tuvieron una caída del 21 por ciento en su facturación, mientras que las de segundas marcas retrocedieron 23 por ciento”. Lo mismo ocurrió con la venta de cervezas, mientras que el vino bajó un 10 por ciento. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) verificó una caída del 6,3 por ciento de consumo con respecto al año anterior. Para los especialistas en consumo, se detectan “cambios de hábito entre compradores que privilegian cada vez más las promociones”. A su vez, el volumen de cada compra es cada vez más reducido, lo cual refleja que la gente va adaptando el changuito a un disponible de fondos cada vez más chico. Además, se detectó “una fuerte contracción en el uso del efectivo un crecimiento en los pagos con billeteras virtuales y tarjetas de crédito. La caída alcanza también a las ventas online”.