Luego de una maratónica sesión en la cámara de Diputados que duró más de 30 horas, el oficialismo logró los votos necesarios para aprobar por un lado la llamada Ley Bases, que contiene una importante reforma laboral. Con el apoyo de buena parte de los bloques opositores, se consiguieron los 144 votos que dieron el visto bueno en particular a la normativa, que es considerada por el gobierno como el puntapié inicial de su gestión. Dentro de la misma, hubo respaldo para los cambios que propone el capítulo laboral, que es rechazado por los gremios. Si bien en la negociación previa se dieron de baja algunos artículos, el corazón de la reforma se mantuvo vigente, y es motivo de preocupación entre la dirigencia. Por eso, este 1°de mayo se espera una movilización masiva al Monumento al Trabajo, una muestra de fuerza en medio de la disputa que lleva adelante la CGT y el resto de las centrales obreras. “El principal objetivo de este gobierno es romper los sindicatos”, afirmaron desde las 62 Organizaciones Peronistas, que salieron al cruce del oficialismo. Cuáles son las principales características de la reforma, que ahora debe pasar por el filtro de los senadores.
La reforma laboral puso en alerta a los gremios, que vienen rechazando los cambios planteados por la nueva ley. Si bien algunos de los puntos se dieron de baja, o se suavizaron, la dirigencia sindical no ocultó su alarma por los efectos que tendrá en el futuro inmediato. Si bien se espera que en el Senado haya mayor resistencia, el acuerdo con los gobernadores y la Casa Rosada abre la puerta a que la semana que viene haya acuerdo y se implemente este proyecto. “Evitar esta reforma laboral es el gran desafío que tiene el movimiento obrero organizado”, sostuvo Marcelo Pariente, referente nacional de las 62 Organizaciones Peronistas. En diálogo con Data Gremial, dijo que esta resistencia se dará “con una herramienta política que nos permita tener incidencia en donde se hacen las leyes, como es el Congreso”. Esta realidad fue la que activó a las 62 Organizaciones Peronistas a normalizar sus regionales y buscar ser parte de la discusión interna del justicialismo, como marcaron los dirigentes en el acto de asunción de la nueva conducción de la seccional San Isidro.
“Es muy importante que el movimiento obrero entienda que esta reforma va a afectar a muchísimos trabajadores y a las organizaciones sindicales, porque las empieza a afectar con los cambios propuestos. Lamentablemente los trabajadores van a quedar desprotegidos, van a quedar en mano de estos delirantes. Es la primera batalla que debemos dar”, sostuvo por su parte Karina Moyano, adjunta de las 62 Organizaciones Peronista, sobre el rol de los gremios ante la reforma laboral. Para la dirigente, “la política está mirando un poco de costado esta pelea, después del primer paro del 24 de enero de la CGT, que fue realmente contundente, recién ahí muchos se dieron cuenta cuál es el camino y se están sumando”.
Plan de lucha
En este contexto, la CGT realizará este 1° de mayo una marcha para conmemorar el Día del Trabajador, como parte del plan de lucha aprobado por la dirigencia, que incluyó el acompañamiento a la jornada de lucha de la comunidad estudiantil y sus trabajadores la semana pasada, y que concluirá con un paro nacional, el segundo dela era libertaria, el próximos 9 de mayo. “Mientras la gente y el movimiento obrero vayan entendiendo que este es un plan de lucha, se va a ir sumando, porque se hace visible el problema que trae este gobierno. Creo que vamos a tener mucha gente apoyando”, sostuvo Karina Moyano al respecto de lo que se viene en materia de protestas, en diálogo con Data Gremial.
Una vez conocida la media sanción de la Ley Bases en general y de la reforma laboral en particular, los gremios ratificaron la marcha de mañana miércoles, y se potenciaron las críticas a los bloques que permitieron esta medida. Además de la CGT, este 1° de mayo se movilizarán las dos fracciones de la CTA, que expresaron su acompañamiento a la medida de fuerza. También se movilizarán los integrantes de la economía popular, nucleados en la UTEP. “El principal objetivo de este gobierno es romper el sindicalismo y los sindicatos, una parte de la sociedad apoya esto, como los empresarios. Hay una parte de la gente que no quiere que haya sindicatos”, agregó Karina Moyano respecto de lo que se viene con esta aprobación.
Media sanción
Como era de esperarse, la media sanción de la reforma laboral se logró con los votos de radicales, diputados que responden a gobernadores y otros bloques aliados al oficialismo, por lo menos en esta coyuntura. El proyecto obtuvo 142 votos a favor, 106 en contra y 5 abstenciones en la votación en general. Finalmente, el oficialismo incorporó al documento una reforma laboral distinta a la negociada y acordada con la Unión Cívica Radical (UCR), quien de todas formas dio su apoyo al texto en su totalidad.
En su Título V denominado “Modernización laboral”, la nueva ley Bases desarrolla la reforma de la legislación de trabajo con distintas modificaciones sobre el proyecto Ley de Empleo 24.013. Aunque cuenta con puntos de contacto con el documento que presentó el radicalismo, constan con transformaciones que diputados del partido centenario defendían como necesarias e incluso habían conversado con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, en Casa Rosada.