En pocos sectores como el aerocomercial se nota más las ansias desreguladoras del gobierno de Javier Milei. Desde que asumió el libertario, se realizaron una serie de cambios en las normativas para fomentar la participación de nuevas empresas, en especial las de bajo costo, denominadas “low cost”, emulando la llamada “revolución de los aviones” que durante la gestión de Mauricio Macri puso en marcha. Pero incluso comparada con aquella estrategia, la que se lleva delante desde el año pasado es más profunda, y este 2025 que se inicia trajo nuevas novedades. Es que la secretaría de Transporte anunció la reglamentación de una resolución del año pasado, que estableció una serie de cambios que facilita el accionar de las empresas aerocomerciales.
Se trata de la resolución 46/2024, publicada en el Boletín Oficial por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que introduce modificaciones en las Regulaciones Argentinas de Aviación Civil (RAAC). La reglamentación genera una serie de cambios que transformarán el mercado aeronáutico, y es mirad por desconfianza por los gremios del sector, que aseguran que la liberalización de la actividad es “mucho más profunda” que la iniciada por la gestión macrista. Detalles de los cambios que entran en vigencia esta misma semana.
Según informaron desde la Secretaría de Transporte, en el marco de las reformas que se vienen realizando al Código Aeronáutico, se continúa trabajando en “la modernización normativa, en línea a los estándares internacionales”. Entre las principales novedades de esta reglamentación, “se destaca la reducción de la cantidad mínima de tripulantes de cabina de pasajeros necesarios por cada aeronave que operen las líneas aéreas regulares”. Esta modificación facilitará “la incorporación de nuevas líneas aéreas o permitirá que las empresas actuales incorporen aeronaves más sofisticadas”.
Asimismo, se otorga la facultad a las empresas aéreas no regulares de utilizar tripulantes de cabina de pasajeros independientemente de la cantidad de asientos de la aeronave. Esto permitirá que “los vuelos en aeronaves con menos de 19 plazas cuenten con auxiliares de vuelo, quienes deberán cumplir con las normativas correspondientes a la actividad”.
Por otro lado, se adoptan los requisitos regionales relativos al equipamiento para vuelos prolongados sobre el agua que deben cumplir las líneas aéreas para facilitar y hacer más seguras las operaciones. Con esta medida se busca aumentar la oferta de vuelos desde nuestro país a diversos destinos internacionales, incluyendo países de la zona del Caribe.
En paralelo, también se establecen las definiciones para una futura implementación del sistema de “Información de vuelo y flujo para el entorno cooperativo”, una nueva modalidad de gestión del Plan de Vuelos, que permitirá a los explotadores aéreos contar con Programa de Análisis de Datos para poder permitir vuelos más seguros y una gestión más dinámica del tránsito aéreo.
Postura gremial
Desde que asumió la gestión libertaria, el sector aerocomercial fue uno de los más activos para oponerse a la implementación de la política desreguladora. Desde un principio, los gremios se opusieron a la privatización de Aerolíneas Argentinas, hoy en suspenso, y a la política de “cielos abierto” que trae los cambios que se vienen haciendo en el rubro.
“En principio, lo que intenta el gobierno de Milei es igualar la reglamentación que rige en la Argentina con las LAR, o Reglamentos Aeronáuticas Latinoamericanas, que es como se vuela en el continente, y que implica una precarización en muchos sectores”, explicó Andrés Junor, secretario gremial de la Asociación Argentina de Aeronavegnates (AAA). En diálogo con Data Gremial, el dirigente marcó que “a título personal cada uno puede pensar que disminuye o no la seguridad” este tipo de medidas.
Un tema central para el gremio es el tema del personal de cabina necesario para los vuelos comerciales, que se reduce por esta reglamentación. “Lo que dice la norma es relativo, porque la cantidad de tripulantes de cabina necesarios para operar un vuelo está fijado por fábrica, y además certificada por la ANAC. Por eso los aviones están certificados con la cantidad necesaria hoy, para cambiarlo deberían modificarse el manual de fábrico o esa certificación nacional”, recalcó Junor. Lo que apunta el gobierno, entonces, es a vuelos que requieren “una determinada cantidad de pilotos, poder bajar ese número, porque ahí es distinto, porque lo pueden definir las empresas o las RAAC (Regulaciones Argentinas de Aviación Civil)”.
Otras medidas
Respecto a la reglamentación de la resolución 46/2024, hay cautela respecto a su impacto. “Hay que ver bien en términos técnicos que consecuencias tienen estos cambios, para ver si tiene impacto en la operatividad del sector, y si tiene lógica”, le dijo a Data Gremial una fuente sindical. Mientras analizan las transformaciones, están convencidos que son “más profundas” que las iniciadas por el gobierno de Macri, en varios aspectos, claves.
“Milei tiene una política de menos consulta hacia la industria que la llamada ‘revolución de los cielos’ de Macri que hacía consultas públicas y abría una serie de ámbitos para negociar con los distintos. Ahora casi no hay nada de eso”, afirmó la misma fuente consultada. En tanto, sobre esta cuestión Junor afirmó que los cambios “son un avance que no pudo hacer Macri, y va en línea con las políticas que lleva adelante este gobierno, después se verá si le resulta, creemos que va a quedar expuesto en algún momento”.
Además de los cambios anunciados, la reglamentación de la resolución oficial establece que los operadores aéreos deberán actualizar “de manera progresiva a la última versión del Sistema de Alerta de Tránsito y Advertencia de Colisión”, cumpliendo así con los estándares internacionales actuales y brindando así mayor seguridad a las operaciones aéreas al mitigar “los riesgos de una colisión aérea por la posible existencia de problemas de compatibilidad entre las versiones antiguas de este sistema”. Finalmente, con el objetivo de “desburocratizar los procesos de certificación de operadores aéreos no regulares sin disminuir los estándares de seguridad operacional, se aprueba un esquema simplificado de cálculo para la determinación de las horas exigidas en las pruebas de demostración de aeronaves”.
Este esquema considera, entre otros factores, el peso de aeronave y la complejidad de las operaciones que pretende realizar una empresa que quiera insertarse en el mercado. La ANAC “continúa trabajando en la modernización de la normativa aeronáutica nacional con propósito de fortalecer la seguridad operacional y garantizar un entorno seguro y eficiente para la aviación civil en Argentina”. Estas reformas buscan no solo alinearse con los estándares internacionales, sino también “facilitar la adaptación del sector aéreo a las nuevas necesidades y desafíos del entorno global, promoviendo un sistema aeronáutico más dinámico, accesible y seguro, que apoye el crecimiento del sector y brinde mayores garantías tanto a los operadores como a los pasajeros”.