Hace un año, un reclamo por recategorizaciones se volvió, en pocos días, en un conflicto con alcance nacional, que involucró a referentes políticos de distintos espacios y puso a aprueba la resistencia de decisión de un grupo de trabajadores. En Moctezuma, en el distrito bonaerense de Carlos Casares, empleados de Lácteos Vidal comenzaron con una protesta que lleva 12 meses, y que en el medio incluyó demandas, denuncias penales, presiones y algunos avances. Desde que comenzaron las acciones, la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (ATILRA) respaldó a los 19 trabajadores, que a pesar de ser despedidos y atacados por los medios mantuvieron en un acampe pacífico que hoy festeja las decisiones judiciales de los últimos tiempos, que acercan un poco a una solución favorable. “Estamos orgullosos de los compañeros que tenemos”, afirmaron desde el gremio, que presentaron en una charla realizada en el congreso nacional detalles de este año de lucha.
Este martes se cumplió un año desde que comenzó el conflicto en Lácteos Vidal, y que si bien la justicia parece haber encaminado a una solución favorable a los trabajadores, sigue sin resolverse. Por eso, ATILRA preparó una serie de actividades para mantener el respaldo a los despedidos, y difundir su lucha, ante los constantes ataques que reciben de dirigentes políticos de la oposición, de grandes medios de comunicación y del espacio creado por el macrismo para denunciar acciones gremiales, llamado Movimiento Empresarial Anti Bloqueo (MEAB).
“Hoy se cumple un año de la huelga de los trabajadores de Lácteos Vidal”, recordó ATILRA mediante un comunicado oficial, y expresó su agradecimiento “a las organizaciones hermanas por la solidaridad durante todo este tiempo”. La entidad gremial también agradeció “a quienes ponen el cuerpo en el acampe hace 365 días y al pueblo de Moctezuma que nos recibió con los brazos abiertos”.
“A pesar de la difícil situación que están atravesando los trabajadores, están fuertes y convencidos de seguir la pelea”, le confirmó a Data Gremial Heber Ríos, secretario Gremial de ATILRA. El dirigente remarcó que “la verdad que estamos orgullosos de los compañeros que tenemos, a nosotros solo nos queda acompañarlos e imitarlos”.
Ríos es además secretario general de la seccional General Rodríguez del gremio lechero, y fue uno de los dirigentes que se puso al frente de la lucha, que considera “punta de lanza” de la histórica situación que se vive. Pese a que en las últimas semanas hubo noticias alentadoras, como el embargo millonario a la firma y luego el congelamiento de sus cuentas bancarias, desde ATILRA aseguran que “la pelea continúa”. Por eso, el sindicato manifestó “fundamentalmente todo el apoyo a los trabajadores de la fábrica, que a pesar de la difícil situación que enfrentan, hoy son punta de lanza en esta histórica lucha”.
Presentación
Para conmemorar este año de lucha, ATILRA organizó con otros gremios la presentación de un material que recopila los principales aspectos de la lucha en Lácteos Vidal, y aporta distintos ejes para debatir respecto de la situación de los trabajadores y de sus organizaciones. Titulado “Derecho a huelga y libertad sindical”, este cuadernillo repasa el conflicto, que tiene antecedentes años atrás, ya que en 2014 ya se habían dado las primeras denuncias por incumplimientos en la empresa. Incluso durante el macrismo, confirmaron en este trabajo, el ministerio de Trabajo a cargo de Marcelo Villegas (responsable luego de la llamada “Gestapo antisindical”) multó a la empresa de Alejandra Bada Vázquez.
El material fue elaborado por Ana Natalucci y Gabriela Llamosas, y durante la presentación estuvo el propio Ríos, junto al diputado nacional Hugo Yasky, el dirigente gráfico y referente de la Corriente Federal de los Trabajadores Héctor Amichetti, la diputada provincial Soledad Alonso y el ministro de Trabajo bonaerense Walter Correa, entre otros. Por los distintos condimentos, se considera este conflicto “un caso paradigmático sobre el derecho a huelga y la libertad sindical”. “El conflicto es político, por eso Juntos por el Cambio lo toma como bandera y hace campaña”, se planteó. “La finalización de este conflicto va a sembrar un antecedente importante en el caso de que salgan favorecidos judicialmente los empresarios. Con la politización buscan desmembrar las organizaciones sindicales e impedir que los trabajadores se organicen”, dijo en el Congreso Ríos.
Cronología
ATILRA recordó en su cuadernillo, al que tuvo acceso Data Gremial, que el 18 de julio de 2022 comenzaron una huelga 29 trabajadores, lo que representa “casi la totalidad del plantel de la fábrica, a excepción del personal jerárquico”. La protesta estuvo motivada por “trabajadores mal categorizados y mal registrados, incumplimiento de normativas de seguridad e higiene, descuentos salariales arbitrarios, maltrato y persecución sindical”, explicó el gremio.
Por tal situación, ATILRA impulsó “denuncias realizadas en 2014, 2018 y 2021, comprobadas por el Ministerio de Trabajo, por las que se aplicaron multas que nunca fueron pagadas”. En el marco del reclamo de los trabajadores, el gremio indicó que “a los pocos días de haber iniciado la huelga, la familia Bada Vázquez, dueña de la empresa, se negó a dialogar y despidió a los trabajadores por supuesta ‘pérdida de confianza’”. “Además, con el patrocinio del Movimiento Empresarial Antibloqueos (MEAB) realizó denuncias penales contra los trabajadores y sus representantes gremiales por ‘atentar contra la propiedad privada’”, describió la entidad sindical.
En efecto, la dirigencia gremial destacó que “el Poder Judicial le ordenó a los empresarios la reincorporación inmediata de los trabajadores en huelga y desestimó las denuncias penales”. “Durante los procesos judiciales se comprobó que los trabajadores adhirieron a la huelga voluntariamente y que no hubo bloqueo a la planta. Fue una huelga legítima y legal”, resaltó ATILRA. Por lo tanto, el sindicato señaló que “desde hace un año los dueños de Lácteos Vidal están en desacato manejándose con total impunidad” y que “impulsaron una ofensiva mediática contra los trabajadores, con la complicidad de sectores políticos de derecha”.