Cada diciembre, el cierre de un año invita a reflexionar sobre lo transcurrido y a replantear los objetivos para el futuro. En este contexto, las 62 Organizaciones Peronistas, el brazo político del movimiento obrero, se reunieron en un almuerzo multisectorial en la sede de La Federación Nacional de Conductores de Taxis, en el barrio porteño de Caballito. El encuentro, cargado de simbolismo, convocó a figuras clave del sindicalismo, reafirmando los valores de unidad y hermandad que definen al peronismo.
Un encuentro de camaradería y reflexión
José Ibarra, titular de las 62 a nivel nacional y de la Federación de Conductores de Taxis, dio la bienvenida como anfitrión a Gerardo Martínez (UOCRA), Hugo Moyano (Camioneros), y los triunviros de la CGT Héctor Daer y Octavio Argüello, quienes participaron activamente en las discusiones sobre el futuro del movimiento sindical y los desafíos laborales. También estuvieron presentes Jerónimo Moyano y Florencia Cañabate, secretaria general del Sindicato de Peajes (SUTPA), quienes compartieron su visión sobre la necesidad de fortalecimiento del sector.
El evento también contó con la participación de Iván Tobar, líder de las 62 de La Plata y titular de la Agrupación Blanca y Azul de la UOCRA platense, quien destacó la relevancia de la integración regional para consolidar el peronismo a nivel nacional. "Fue una jornada de reflexión para cerrar el año con grandes desafíos y siempre reafirmando el compromiso con la Justicia Social", comentaron los participantes.
El panorama político y económico: desafíos para el próximo año
El encuentro también permitió un análisis sobre la situación política y económica del país, especialmente tras la llegada de Javier Milei a la presidencia. Los gremialistas expresaron su preocupación por los efectos que las políticas del nuevo gobierno puedan tener sobre los derechos laborales y la estabilidad económica de los trabajadores. Mariana de Alva, representante de la Unión del Personal Superior de la AFIP, señaló que su sector ha sido blanco de ataques durante los últimos meses, una preocupación que fue ampliamente discutida durante el almuerzo.
Sin embargo, además de la oposición a las políticas de Milei, el evento también sirvió para que Héctor Daer, uno de los secretarios generales CGT (al igual que el resto de los dirigentes), expresara su malestar con la falta de representación del movimiento obrero en la política del Partido Justicialista. "Históricamente, en el Congreso, donde se decide el futuro de los trabajadores, había más de 40 dirigentes orgánicos del mundo laboral, hoy no llegamos a 5, y porque tienen relevancia propia en la sociedad", destacó Daer, quien también subrayó que la falta de espacio para el movimiento obrero dentro del PJ es una de las grandes deudas de la dirigencia política.
Daer también remarcó que el movimiento obrero no puede permitir que le sigan "dirigiendo con el dedo", refiriéndose a la falta de influencia de los sindicatos dentro del espacio político peronista a nivel nacional. "No hubo autocrítica alguna por los cuatro años perdidos antes de Milei", añadió, refiriéndose a la gestión previa y a la falta de respuesta ante las necesidades del movimiento obrero.
La unidad como bandera del movimiento sindical
A pesar de las tensiones internas y los desafíos políticos, los líderes sindicales coincidieron en la necesidad de fortalecer la unidad del movimiento peronista para enfrentar los retos del próximo año. En un clima de camaradería, se destacó la importancia de consolidar los lazos entre las distintas fuerzas peronistas para garantizar la defensa de los derechos de los trabajadores y avanzar hacia un país más justo y equitativo.
Con la mirada puesta en 2024, los asistentes renovaron su compromiso con la justicia social y la defensa de los intereses populares. "La unidad será siempre nuestra bandera", concluyeron, señalando que la cohesión interna es la única vía para lograr un movimiento obrero más fuerte y representativo dentro de la política nacional.