A poco de cumplirse un año de la gestión de Javier Milei, los indicadores laborales y sociales del país muestran un panorama desolador. De acuerdo con el Monitor de Indicadores Sociales del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma, el Salario Mínimo Vital y Móvil sufrió una caída del 30%, mientras que las jubilaciones y otros ingresos se estabilizan en niveles considerablemente bajos, aún por debajo de los valores que ya habían tocado en 2023.
El reporte revela un deterioro generalizado de todos los indicadores sociolaborales en los primeros meses del año, con una leve estabilización posterior que no logra mitigar el impacto negativo de las políticas económicas implementadas desde diciembre de 2023.
Pobreza y desocupación en niveles críticos
La pobreza y la indigencia continúan en niveles alarmantes, ubicándose entre los más altos de los últimos 20 años. Según los datos del INDEC, en el primer semestre de 2024, el 52,9% de la población vivió por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 18,1% se encontraba en situación de indigencia. Los niños, niñas y adolescentes son los más afectados, con 67,1% de pobreza y 27,3% de indigencia, lo que representa un fuerte aumento con respecto al año anterior.
La tasa de desocupación alcanzó el 7,6% en el segundo trimestre del año, aunque este dato aún no refleja con precisión la magnitud de la crisis en el mercado laboral. Por otro lado, la presión sobre el mercado de trabajo —que incluye tanto a los desocupados como a aquellos ocupados que buscan empleo o están dispuestos a trabajar más— llegó al 29,7%, lo que implica que casi una de cada tres personas está buscando activamente empleo o dispuesta a incrementar su jornada laboral.
Estancamiento en el empleo registrado
En cuanto a la ocupación registrada, el empleo en el sector privado experimentó una ligera estabilización en agosto, tras 11 meses consecutivos de retrocesos. Sin embargo, la comparación con noviembre de 2023 muestra la pérdida de 195.570 puestos de trabajo, de los cuales 138.785 fueron en el sector privado, 43.781 en el sector público y 13.004 en casas particulares. Según el Instituto de Estudios y Formación (IEF), el leve aumento en comparación con el mes anterior (menos del 0,1%) sugiere que aún está lejos de haber una recuperación sostenida del empleo.
Los salarios continúan en descenso
El panorama en cuanto a los ingresos no es más alentador. En septiembre, los asalariados registrados del sector privado experimentaron un retroceso salarial del 2,8% en relación a noviembre de 2023. Por su parte, en el sector público, el deterioro sigue siendo la tendencia, con una caída real del 16,1% en el mismo período, según los datos del INDEC. Las variaciones mensuales muestran signos de estabilización, lo que sugiere que los salarios reales podrían haberse cristalizado en niveles mínimos históricos, los más bajos en las últimas dos décadas.
Jubilaciones: un aumento insuficiente
El gobierno también oficializó un aumento del 2,69% en las jubilaciones, que ajusta según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). A partir de diciembre, los haberes mínimos y máximos quedarán en $259.598,76 y $1.746.853,91, respectivamente. Sin embargo, el aumento resulta insuficiente frente a la inflación y el creciente costo de vida.
Además, el Ejecutivo aún no ha confirmado un bono de hasta $70.000 para los haberes más bajos, que se paga desde marzo sin actualizaciones. Según el titular de ANSES, Mariano De los Heros, este bono se mantendrá durante todo 2025.
Así quedarán las jubilaciones al aplicarse el bono de $70.000:
- Jubilación mínima: $259.598 + $70.000 del bono = $329.598
- Prestación Básica Universal (PBU): $118.754 + $70.000 = $188.754
- Pensión Universal al Adulto Mayor (PUAM): $207.679 + $70.000 = $277.679
A pesar de los incrementos anunciados, estos ajustes no logran compensar el impacto de la inflación y el deterioro generalizado de los ingresos de los trabajadores y jubilados, que siguen enfrentando una situación económica complicada.
Un escenario social preocupante
El panorama socioeconómico de 2024 muestra claros signos de estancamiento y retroceso. Con una creciente desigualdad, altos niveles de pobreza e indigencia, y una presión laboral que afecta a casi el 30% de la población, la gestión de Milei enfrenta un complejo desafío para revertir la situación. Las políticas implementadas hasta ahora parecen no ser suficientes para frenar el impacto social y laboral de la crisis, y las perspectivas para el futuro cercano no son alentadoras.
El informe completo
Fuerte retroceso con el pri... by Matías Tagliani