En el marco de los despidos masivo comenzados la semana pasada por el Ministerio de Salud en distintos organismos y hospitales, gremios sanitarios de todo el país comienzan este jueves un plan de lucha de 48 horas, que será la antesala de la marcha antifascista y antirracista del próximo sábado. La medida incluye una marcha al Hospital Posadas, donde se dieron la mayor cantidad de cesantías. Mañana viernes se cumple el plazo fijado por el Ministerio de Salud para dar de baja otros centenares de contratos de trabajadores “indispensables de la salud pública”.
María Fernanda Boriotti, presidenta de FESPROSA, recordó que la entidad “apoyará las movilizaciones del próximo sábado porque considera a la defensa de los derechos humanos de las mujeres y de las disidencias una parte esencial en la lucha por la salud”. A su vez, la dirigente reafirmó que “en las 48 horas previas a la marcha, la FESPROSA impulsará, junto al Frente en Defensa de la Salud Pública y el Cabildo Abierto por la Salud, dos movilizaciones para denunciar al Ministerio de Salud de la Nación, exigir la reincorporación de todos los despedidos y la restitución de las direcciones disueltas”.
La primera de las protestas tuvo lugar este jueves en el Hospital Posadas, en una ronda organizada por la CICOP-Posadas, la Asociación de Profesionales del Hospital, y apoyada por el Frente en Defensa de la Salud Pública. La segunda será una concentración frente al Hospital Bonaparte el viernes 31 a las 17 horas. Boriotti exhortó a todos los gremios representativos de los trabajadores de salud a “acordar de modo perentorio medidas nacionales contundentes para frenar el desguace de la salud pública”.
Ajuste
Según los datos de FESPROSA, 200 trabajadores del Hospital Bonaparte, 130 del Hospital Sommer de General Rodríguez y un número aún no determinado de las direcciones nacionales de VIH, hepatitis, lepra y tuberculosis conforman parte de los 1.400 despidos anunciados por el ministro de Salud, Mario Lugones.
“Queda evidenciado”, declaró Boriotti, que “el discurso antiwoke del presidente Javier Milei en Davos, violatorio de todas las convenciones internacionales de defensa de los derechos de las mujeres y los niños, tiene un impacto directo en la salud de los pacientes”. El abandono por parte del presidente Donald Trump de la Organización Mundial de la Salud (paso que anunció está dispuesto a seguir el presidente Milei) implica la desfinanciación inmediata de centenares de miles de tratamientos para los pacientes con VIH en todo el mundo, amén de otras restricciones impuestas por el recorte de gastos de la OMS.
Recorte de presupuesto
El recorte adicional propuesto por el presidente Milei en el Presupuesto 2025, reduciendo el 76 por ciento las partidas para medicación de VIH, tuberculosis y hepatitis, conforman un combo junto a los despidos que impactará negativamente en la salud de miles de pacientes y seguramente, como ha ocurrido con la disolución de la DADSE, culmine con la muerte de muchos de ellos.
“En nuestro país, por ejemplo el Acriptega, medicación para el HIV de alto costo, está financiado por programas de la OMS y la eventual salida de Argentina de la Organización Mundial pone en riesgo su provisión”, graficó Boriotti.