Ante la inminente marcha atrás con la eliminación del Impuesto a las Ganancias que hará el gobierno de Javier Milei, dirigentes de la CGT se reunieron con gobernadores del peronismo, para buscar una postura común. El pedido de dar marcha atrás con este beneficio se hizo fuerte en las provincias, que dejaron de recibir fondos por esta medida, por lo cual algunos decidieron ir a la justicia. Ante esto, la gestión nacional estaría resuelta a dar marcha atrás “de forma transitoria” con esta iniciativa, perjudicando a millones de trabajadores.
De la reunión que tuvo lugar en la Casa de La Pampa participaron los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Hugo Passalacqua (Misiones), Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja) y Sergio Ziliotto (La Pampa), y los dirigentes de la CGT Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Mario Manrique (SMATA) y Cristian Jerónimo (vidrio).
Según el portal Infobae, el contacto fue gestionado entre Jalil y Martínez y responde “a la necesidad de ambos sectores de unificar sus posiciones para afrontar con mayor fuerza las negociaciones con el Gobierno luego de los anuncios del ministro Luis Caputo” y antes de que se conozca el “meda DNU” mediante el cual se impulsará una amplia desregulación de la economía. Además de analizar el tema Ganancias, se acordó buscar mecanismos para que “el ajuste económico no recaiga en los trabajadores y la clase media”.
Negociaciones
La CGT inició una negociación “a dos bandas” para evitar que vuelva a aplicarse el tributo, que fue eliminado por una ley que motorizó el entonces ministro de Economía Sergio Massa. Por un lado, comenzó a coordinar medidas con los gobernadores peronistas, que no quieren la vuelta del impuesto, y emitieron un documento conjunto donde rechazan la propuesta. Además, tuvieron contactos con el ministro del Interior, Guillermo Francos, para analizar este y otras medidas que se buscan implementar en materia económica y laboral en el corto plazo.
La ley que eliminó de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias permitió que cerca de 800 mil asalariados con sueldos de más de 700 mil pesos dejaran de pagar el gravamen y ahora Milei enviará al Congreso un nuevo proyecto que intentará dejar todo como estaba para revertir un cuadro que afecta las finanzas nacionales: representa una pérdida de un billón de pesos para las arcas del Estado nacional y otro tanto para las provincias, ya que se trata de un impuesto coparticipable. Es parte del ajuste que busca el ministro Caputo para llegar al superávit fiscal lo más rápido posible.
Declaración de los gobernadores
En tanto, luego de la reunión que mantuvieron los gobernadores con el presidente Milei, los mandatarios peronistas difundieron un documento donde expresaron su postura común. Así, ocho mandatarios peronistas resaltaron este martes con la necesidad de buscar "herramientas de compensación" para las arcas provinciales frente a la fuerte devaluación del peso y la "pérdida de recursos coparticipables", aunque consideraron que "la reversión del impuesto a las ganancias no sería el camino adecuado", sino la coparticipación "de un 70 por ciento" del impuesto al cheque.
En el texto, los mandatarios recordaron que "esta mañana fuimos invitados junto a los restantes gobernadores y al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a una reunión con el presidente Javier Milei, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y otras autoridades nacionales, con el objetivo de discutir los mecanismos que permitan compensar la pérdida de recursos de las provincias. Además, señalaron que "el gobierno nacional comenzó a aplicar un plan económico que incluyó una devaluación del 118 por ciento -la más grande de la historia- sin medidas compensatorias para los trabajadores y los sectores medios".
"A partir de ello, se desencadenó de inmediato una aceleración del proceso inflacionario que afectó el poder de compra de la población. Una devaluación no es solamente un ajuste, sino que implica una descomunal transferencia de ingresos desde los sectores trabajadores que tienen sus salarios en pesos hacia los sectores empresariales concentrados y dolarizados", aseveraron los mandatarios peronistas. Y marcaron que "esto, junto con la pérdida de recursos coparticipables, el freno de la obra pública, la anunciada reducción de subsidios y demás medidas, afecta directamente a los recursos provinciales: no desfinancia a los gobiernos, sino a los pueblos que habitan las provincias argentinas".