En lo que ya pareciera en una clara señal de meter el tema en la grieta política y sacarlo del ámbito de un conflicto netamente laboral –y a instancias del “asesoramiento” del movimiento “antibloqueos” que encabezan Patricia Bullrich y Florencia Arietto-, los representantes de Lácteos Vidal abandonaron intempestivamente la audiencia virtual que había convocado ayer el Ministerio de Trabajo con el objetivo de encontrarle una salida a la disputa causada por el pedido de recategorización de 20 trabajadores de la firma y la regularización de otros seis.
El gremio lechero ATILRA, señaló en el acta de la audiencia de la cartera laboral, que “los trabajadores y las seccionales ratifican su voluntad de diálogo para superar las causas del conflicto”, y que por eso concurrieron a la instancia legal, “encontrándose con la negativa de la empresa a negociar de buena fe”.
En el documento oficial del Ministerio de Trabajo se informó que el representante legal de Lácteos Vidal se retiró de la audiencia sin escuchar a los trabajadores.
“Que la negativa empresaria y su retiro intempestivo de la audiencia implica mala fe negocial y obstrucción a la actividad ministerial que, por medio de la Dirección Nacional, tiene las funciones y facultades legales suficientes y coercitivas para convocar a las partes”, señalaron.
En el texto de la cartera laboral, además, advirtieron que la “actitud reactiva de la parte empresaria es pasible en este estado de la aplicación de sanciones previstas por obstruir la acción de la Dirección Nacional de Relaciones Laborales en el marco del presente conflicto”.
La previa marcada por intentos de “embarrar la cancha”
En las horas anteriores a la audiencia, ATILRA denunció a los dueños de la fábrica Lácteos Vidal por realizar maniobras para criminalizar la protesta, a través de la difusión en medios de comunicación de escenas armadas para deslegitimar las acciones del gremio.
“No somos mafiosos y su calificación, además de ser ofensiva, manifiesta la impotencia que debe sentir al percibir que los trabajadores organizados y con pleno respeto al marco legal vigente, ejercemos la defensa de lo que entendemos nos corresponde”, en alusión a palabras utilizadas por una de las dueñas, Alejandra Bada Vázquez, que enseguida remiten a la permanente campaña de expresiones antisindicales en medios y redes sociales por parte de dirigentes de Juntos por el Cambio.
Desde el sindicato ya habían manifestado que el bloqueo que denunciaba la empresa de la localidad bonaerense de Moctezuma (partido de Carlos Casares) no era tal, por lo que instaban al periodismo a concurrir al establecimiento para verificar la falsedad de dicha acusación.
Para colmo, en la previa a la audiencia comenzó a circular un video, difundido por Bada Vázquez, donde se sugiere que un representante de ATILRA estaría amenazando a un trabajador, lo que fue rotundamente desmentido desde la conducción del gremio.
Y añadieron: “Acérquese que se sentirá recibido con la amabilidad y bonhomía con que los trabajadores estamos acostumbrados a comportarnos”.
Fuera de la ley y con manejos de “patrón de estancia”
En una entrevista radial, Herber Ríos, secretario gremial del Consejo Directivo Nacional de ATILRA y secretario general de la seccional General Rodríguez del gremio, hizo un racconto del conflicto con Lácteos Vidal.
“No es una cuestión de imposibilidad de pagar. Para ajustarse a lo que marca la ley tienen que pagar las categorías que le corresponde a cada trabajador y encuadrar a los 6 que están de manera irregular, eso implican poner 500 mil pesos al mes, cuando ganan 33 millones por día”, señaló el dirigente.
“Queda en evidencia que es un capricho, que lo que está en juego –y por eso no dan el brazo a torcer–, es cambiar definitivamente la relación del patrón con los trabajadores, ellos estaban acostumbrados a entrar a la fábrica y que los trabajadores agachen la cabeza, que ellos dispongan lo que cobran y de qué manera, cuáles son las condiciones de trabajo. Los trabajadores se cansaron, y no pasa por la plata, sino por el posicionamiento ideológico de esa visión de que ellos son patrones de estancia y dueños de la verdad y los que dictan lo que hay que hacer y qué no”, describió Ríos.
El dirigente además subrayó que durante los días de huelga “hemos conocido a los 115 habitantes de Moctezuma, hubo un gran respaldo del pueblo, y nos han contado distintas experiencias porque todos han trabajado ahí y sufrieron los maltratos, eso marca a las claras quienes son Lácteos Vidal. Dicen que somos mafiosos, y tuvimos un gran recibimiento por parte del pueblo”.
En la empresa hay “46 trabajadores, algunos con más de 30 años trabajando. Exigimos la categorización de 20 trabajadores según la tarea que realiza cada uno dentro del establecimiento, es fácil de corroborar”, continuó el referente al tiempo que denunció que “hay una metodología que no es solo de Lácteos Vidal, sino de muchos pequeños y medianos empresarios del sector, que imponen la tendencia de contratar a trabajadores fuera del convenio o con monotributo. Es un acuerdo bilateral entre empresario y trabajador sin ningún tipo de derecho, y con las condiciones de la patronal”.
Por otra parte, explicó que el conflicto no es actual, y que “desde 2014 venimos haciendo un trabajo de hormiga con los laburantes. Llevó un proceso de casi 8 años para que entiendan que los únicos que podían modificar la realidad eran ellos, y nosotros estábamos para acompañar y resistir. Fue un proceso largo porque no es fácil ponerte en contra del tipo que prácticamente es el dueño del pueblo. Los que no saben cómo es la realidad de un pueblo así seguramente compren el video de la dueña llorando diciendo que son todos vagos”.
Y concluyó: “Esta señora que quiere causar ternura (hay imágenes y una denuncia), aceptó que en un reclamo en el depósito de Capital Federal, agarró un camión y quiso pasar por encima a los compañeros que reclamaban. La Nación y todos esos medios vinieron a hablar, pudieron corroborar todo, y después salieron a publicar que la huelga es un bloqueo”.