Los médicos que realizan controles de hisopados en CABA suspendieron desde este domingo la atención en las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) luego de la agresión sufrida este sábado por un profesional en el Hospital Santojanni, informó la Asociación de Médicos Municipales (AMM).
"Ante los hechos de violencia manifestados en las últimas horas en la UFU y ante la falta de respuesta ejecutiva de las autoridades la AMM decidió que se suspendan la atención en las mismas hasta tanto se tomen las medidas de seguridad solicitadas que garanticen un escenario seguro", explicó el gremio en un comunicado.
La AMM destacó que las guardias "sólo realizarán hisopados con criterios de internación" y detalló que las medidas gremiales "irán en aumento en función de la respuesta obtenida".
El sindicato aseguró que este cese de actividades "es necesario para preservar la integridad de nuestros colegas".
Oscar Swarcman, jefe de la UFU del Hospital Santojanni que resultó agredido, dijo que "viene aumentando la situaciones de violencia desde hace un tiempo, el mismo modo de agresión en la sociedad las vemos en las UFU, el tema es que se incrementó la demanda".
El médico en declaraciones al canal TN, destacó que "veníamos con 100 o 200 hisopados diarios y ahora tenemos 500 diarios. no podemos llegar a hisopar a tanta gente".
"En la UFU había dos médicos y yo para hisopar a 500 personas. Dimos números y llegamos a hisopar a 250 personas pero además tenemos que cargar los resultados en historias clínicas ya que las personas que son personas que vienen con algún síntoma", explicó.
Swarcman destacó que en estas condiciones "atendimos a una persona por minuto" y aseguró que "es un trabajo mas que excesivo pero quedaron 250 sin atender" al tiempo que señaló que "muchas personas nos decían cómo la íbamos a hacer pasar la Navidad sin su familia".
"Cuando avisamos que no había más números el resto de la gente se empezó a violentar, hasta que los médicos, las enfermeras y los administrativos se atrincheraron junto al personal de seguridad del hospital", explicó el médico.
Indicó además que "queríamos evitar que la gente rompa la UFU" y añadió que "trabajamos con las puertas abiertas y ayer había 33 grados en el contenedor.
El médico destacó, además, que "quedé en la parte de atrás porque me faltaba hisopar a 30 personas cuando apareció una persona de la nada que, tras preguntarme si era el jefe, me da un puñetazo en la nariz".
" La gente que me vio me decía que por culpa de uno que me pegó no iban a ser testeados. La gente no se solidarizó conmigo ni con los que estaban atrincherados, una médica se escapó llorando diciendo que no iba a volver", relató.