Hace unos días fue Nissan, hoy General Motors. La empresa estadounidense activó el Programa de Retiros Voluntarios en su planta ubicada en Alvear, Rosario, afectando el trabajo de 300 trabajadores. El objetivo de la firma es achicar la plantillas de empleados tras una brutal caída en la producción de la fábrica, como consecuencia de las políticas económicas del Gobierno Nacional.
El anuncio de los retiros voluntarios llegó hace algunas semanas y comenzaron a efectivarse en las últimas horas. Según información revelada por medios locales, la automotriz prevé para este 2025 recortar a la mitad la plantilla en relación con el año pasado. Muchos de los trabajadores cuentan con más de 20 años de trayectoria, y la decisión, según manifiestan, está amparada por la política de ajuste a la cuál también suscribe el gobernador Maximiliano Pullaro.
La medida adoptada por General Motors fue tomada de urgencia, como consecuencia del desplome de la producción del único modelo que se fabrica en la Argentina, la SUV Tracker de Chevrolet, que también se fabrica en Brasil, lo que limita sus posibilidades de expansión y mercados de exportación. En las últimas semanas, circularon rumores acerca de la posible incorporación de nuevos productos en Alvear, sobre todo a partir de la alianza con Hyundai para la producción regional de pick-ups, aunque por el momento esto no se hizo oficial.
Los despidos forman parte de las consecuencias desatadas por las medidas económicas del presidente Milei: en el acumulado del 2024, la producción local de vehículos cayó 17,1 por ciento, de acuerdo con el último informe de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). Las exportaciones fueron un 3,4 por ciento menores a las de un año atrás.
Sólo en 2024 la producción nacional de vehículos alcanzó las 506.571 unidades, lo que representa una disminución del 17,1% en comparación con las 610.715 unidades fabricadas en 2023. Sumado a esto, se exportaron 314.735 vehículos, evidenciando una reducción del 3,4% respecto a las 325.894 unidades exportadas el año anterior.
A pesar de esto, la comercialización a sus redes de concesionarios se mantuvo casi estable, con un alza de 1,1 por ciento. Esto se explica con el mayor número de unidades importadas vendidas en el mercado local, donde las terminales operan como pasamanos entre importación y venta al público de unidades fabricadas en el exterior.
Situación de la empresa en Argentina
General Motors de Argentina pasó la mayor parte del año con su fábrica de General Alvear trabajando a "media máquina". Por un lado, una importantísima deuda comercial de alrededor de 1000 millones de dólares acumuladas con proveedores del exterior, y el derrumbe de ventas en el mercado interno producto de la devualción del peso que llevó a cabo el Ministro de Economía Luis Caputo al mes de haber asumido. Para ese momento las ventas en la Argentina cayeron estrepitosamente y la producción de vehículos tocó su piso en junio, con una caída de más de 40%.
En ese contexto, la anemia de producción y ventas fue acompañada con rumores de achicamiento de la fábrica e incluso de cierre, que ahora son ciertos. Sumado a esto, ya estaba el antecedente del cierre de las fábricas de sus sucursales en Colombia y en Ecuador. En ese contexto, los ejecutivos de la empresa buscaron llevar adelante una estrategia comercial para intentar “remontar”, el adverso escenario. De ahí que en los siguientes meses la directiva fue que la fábrica de General Alvear iba a ser la fabricante de la nueva generación de la Chevrolet Tracker. Esto, claro está, no alcanzó.
El caso Nissan
Días atrás desde la planta de Nissan en Córdoba, Santa Isabel anunciaron que para diciembre de 2025 la empresa dejará de producir en Argentina. Esto pone automáticamente en riesgo el trabajo de 600 trabajadores, entre empleos directos e indirectos. Ahora, adelantaron una parada de producción en la planta y los rumores de quiebre no hacen más que aumentar.
“La planta está parada esta semana, desde el lunes hasta el viernes. Se adelantaron días que ya estaban programados y fue por el retraso de un buque con piezas de México”, señalaron testimonios. La cancelación del Proyecto H60E- que prometía una nueva generación de la pick-up Frontier y un crecimiento sostenido, y la mala performance en ventas y exportaciones de sus modelos, aceleraron la salida de la firma japonesa del país.