En un intento de mitigar el impacto producido por la inflación, y la pérdida del poder adquisitivo de la gente, siete gobernadores decidieron implementar bonos extraordinarios de fin de año para todos sus empleados estatales, a contramano de la motosierra aplicada por Javier Milei que significa ajuste, reducción de los puestos de trabajo y una significativa reducción en las transferencias de coparticipación.
Las provincias que lo entregarán serán Santiago del Estero, Jujuy, San Luis, Formosa, La Pampa, Corrientes y Salta. El distrito gobernado por Gerardo Zamora será el que más pagará: $1,3 millones, a pagarse en tres cuotas (la última prevista para el 3 de enero), y adelantó la reapertura de negociaciones paritarias a febrero próximo. El santiagueño fue el primer gobernador en anunciar el bono.
En un comunicado oficial subido a sus redes sociales donde indicó que “de acuerdo al compromiso con la Mesa de Diálogo y Trabajo los empleados públicos santiagueños volverán a recibir un bono de fin de año de 1.300.000 pesos”. Además, detalló que esa cifra alcanzará a los 60 mil estatales.
Estas medidas se tomaron en un escenario financiero complejo. Según datos oficiales, las transferencias por coparticipación disminuyeron un 10,7% en términos reales interanuales, mientras que las transferencias no automáticas cayeron un 76,8%. Este retroceso afectó severamente los presupuestos provinciales, obligando a los gobernadores a realizar ajustes salariales para equilibrar las cuentas.
La coparticipación federal de impuestos en Argentina es un sistema mediante el cual el gobierno nacional distribuye parte de los recursos fiscales a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este esquema busca equilibrar las disparidades económicas y garantizar una distribución más equitativa de los ingresos públicos en todo el país.
Sin embargo, la inflación acumulada y las sucesivas devaluaciones erosionaron el poder adquisitivo de los empleados públicos, a pesar de los incrementos salariales en algunas provincias que superaron el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Los bonos actuaron como paliativos temporales para amortiguar esta pérdida.
Algunos datos importantes
En enero de 2024 -primer mes de gestión completo de Milei las transferencias automáticas a las provincias cayeron un 11% en términos reales, de acuerdo con datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) , que destacó además que ese mes se registró el menor valor en 9 años.
En cuanto a las transferencias no automáticas, en 2023 se repartieron entre las provincias casi $1,4 billones, según datos del IERAL. Los recursos surgieron del FONID ($ 289 mil millones); el Fondo de Fortalecimiento para la Provincia de Buenos Aires ($ 231 mil millones); los ATN y otros giros a provincias ($ 174 mil millones); y transferencias a cajas previsionales provinciales ($ 170 mil millones). En enero de 2024, -como se señaló- primer mes completo de la presidencia de Milei, las transferencias discrecionales cayeron un 98% en términos reales, de acuerdo con un análisis de Argañaraz.
Si se toman estos cálculos, 13 provincias no recibieron fondos discrecionales en el primer mes del año, por lo que la caída fue del 100%. Entre ellas se destacan Buenos Aires (gobernada por Axel Kicillof -Unión por la Patria-); Tucumán (Osvaldo Jaldo -Unión por la Patria-); San Luis (Claudio Poggi -Juntos por el Cambio-); Jujuy (Carlos Sadir -Unión Cívica Radical (UCR)-); y Chaco (Leandro Zdero -UCR-).
Otras Provincias
En San Luis, por su parte, el gobernador Claudio Poggi destinó $350.000 para empleados públicos y $150.000 para beneficiarios de programas de inclusión social. El dirigente resaltó hace cinco días que estos fondos provinieron de un exhaustivo trabajo para equilibrar las cuentas de una administración que, según afirmó, había recibido déficit fiscal y casos de corrupción.
“En este año, con muchísimo orden y esfuerzo, estamos equilibrando las cuentas, no nos sobra nada, pero ya con los ingresos estamos cubriendo las erogaciones. Es un muy buen punto de partida para poder proyectarnos con esperanza hacia el futuro”, remarcó en su mensaje.
Poggi subrayó la fuerte inyección financiera que implica esta medida: “Este bono de fin de año, de $350.000 a los empleados públicos y de $150.000 a los beneficiarios de Inclusión Social, suman 17 mil millones de pesos a la economía provincial, este monto se suma al aguinaldo y al sueldo que van a percibir”.
Salta
En el caso de Salta, Gustavo Sáenz, entregó $100.000, mientras que en La Pampa, Sergio Ziliotto otorgó $300.000 y mantuvo activa la cláusula gatillo para ajustes salariales hasta enero. En Formosa, por su parte, el gobernador Gildo Insfrán dispuso un bono excepcional de $700.000, dividido en dos cuotas para enero y febrero. Este beneficio excluyó a quienes percibieron ingresos brutos superiores a 2 millones y a ciertos funcionarios de alto rango.
En Jujuy, el jefe de gobierno Carlos Sadir (UCR) pagó la segunda cuota de un bono no remunerativo, que ascendió a $200.000 para los empleados estatales y a $140.000 para capacitadores laborales. Por último cabe destacar que en la provincia de Buenos Aires, se convocaron a los gremios para negociar y estudiaa cómo proceder.
Los que no lo harán
Jalil, de Catamarca, manifestó: "Estamos haciendo un esfuerzo muy grande para mejorar los sueldos de los catamarqueños, por lo que hay que ser muy prudentes con las finanzas. Los bonos que dimos se ven reflejados en los sueldos", dijo en noviembre. Una situación similar se dió en Chaco. Esta semana, el secretario coordinador del gabinete de Leandro Zdero, Livio Gutiérrez, descartó la posibilidad de otorgar un bono de fin de año a los empleados públicos debido a las restricciones económicas.
"Nos dejaron la provincia más endeudada a nivel nacional. Está Buenos Aires, después está Chaco", protestó el funcionario en diálogo con una radio local. "Chaco debe estar en el quinto o cuarto lugar en mejora de salario docente a nivel país debido a la cláusula gatillo. El Gobernador la ha comprometido y la ha pagado", aclaró.