Un histórico juicio sacudió esta semana la ciudad de Viedma, en Río Negro, luego de que la Cámara del Trabajo determinara que un matrimonio deberá pagarle 20 millones de pesos a su empleada doméstica, luego de despedirla injustificadamente. La relación laboral, negada por los empleadores durante el juicio, fue acreditada por múltiples testimonios y pruebas.
Dieciocho años de trabajos ininterrumpidos no le bastó a esta familia para reconocerle el derecho a la dignidad. La trabajadora, quién inició su labor en el Puerto de San Antonio Oeste a finales del siglo pasado, se trasladó con sus empleadores en mayo de 2021 hasta Posadas, Misiones, en clara muestra de compromiso y lealtad. En ese momento, la empleada continuó trabajando con modalidad de retiro.
Sin embargo, en marzo de 2022, mientras disfrutaba sus vacaciones en San Antonio Oeste, recibió un llamado telefónico donde se le comunicaba su despido. A partir de ese momento se inició el periplo legal que culminó con la Justicia fallando a favor de la trabajadora.
La empleada, ante la negativa de los empleadores a reconocer su trabajo y pagar indemnizaciones, envió intimaciones telegráficas y, finalmente, se consideró despedida. Durante el juicio, los empleadores negaron la existencia de una relación laboral, pero las pruebas documentales y testimonios de vecinos, excolaboradores y otros testigos confirmaron lo contrario. Incluso se mencionó que la trabajadora realizaba tareas domésticas, cuidaba la vivienda, y atendía a las mascotas, entre ellas una mona que pertenecía a la familia.
La decisión de la Justicia
La Cámara del Trabajo de Viedma consideró que los empleadores incurrieron en una injuria grave al no registrar la relación laboral ni abonar las indemnizaciones. Este acto justificó el despido indirecto.
El fallo incluyó el pago de diferencias salariales, indemnizaciones por despido, horas extras y multas establecidas por la ley para el personal de casas particulares. Además, se aplicaron intereses y se duplicaron algunos montos indemnizatorios.
Situación del sector
Sumado a las precarias condiciones laborales, las empleadas domésticas no reciben hace meses un aumento de sueldo, y según informó este medio, de no meditar una decisión al respecto de aparte de las autoridades, seguirán cobrando con la escala salarial atrasada de los últimos tiempos.
Según los últimos haberes actualizados para las empleadas domésticas, de acuerdo a su categoría y modalidad de trabajo, la hora de trabajo oscila entre 2700 y 3700 pesos. Las categorías son Supervisor/a, Personal para tareas específicas, Caseros, Asistencia y cuidado de personas, Personal para tareas generales, y los sueldos llegan varían entre 340.000 y 432.000 pesos mensuales.
Un gobierno que no mira al sector
Como parte de su apuesta de gobierno, Javier Milei implementó un plan de "blanqueo" laboral con el objetivo de fomentar la formalización laboral y reducir la informalidad en el mercado laboral argentino. Sin embargo, este plan excluyó a un grupo significativo de trabajadoras: las empleadas de casas particulares.
Particularmente, el Artículo 8° del decreto 847/2024 establece que “las previsiones del Título IV de la Ley N° 27.742 no serán aplicables a las relaciones laborales comprendidas en la Ley de Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares N° 26.844 y sus modificaciones”.
Por su parte, la Resolución 5577/2024 de la AFIP (actual ARCA), fijó que “la regularización de las relaciones laborales deberá efectuarse hasta el 24 de diciembre de 2024, inclusive". No obstante, el sector que tiene un 70 por ciento de sus empleadas no registradas fueron discriminadas por el gobierno de Javier Milei. Según el INDEC, sobre 1,7 millones de empleadas domésticas, menos de 500.000 figuran con aportes a la Seguridad Social.