Pasaron cinco años de aquella mañana donde por consecuencia de una explosión de gas dentro del establecimiento de la escuela primaria N°49 "Nicolás Avellaneda” de Moreno, murieron la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez. El hecho se produjo meses después de reiteradas denuncias -sin ser escuchadas-, y 25 minutos antes de que ingresaron los niños y niñas al edificio. El día anterior estuvo presente el gasista -uno de los imputados- enviado por las autoridades provinciales para arreglar la fuga de gas, sin embargo, no se previno semejante tragedia.
El juicio comenzó esta mañana en la sede del Tribunal Oral Criminal N°4 de Mercedes, encabezado por las magistradas Patricia Viviana Guerrieri, Claudia Esquivel y Fabián Fernando Brahim. En tanto, se sentaron en el banquillo: el gasista Cristian Ricobene, imputado por "homicidio culposo agravado en concurso real con defraudación en perjuicio de la administración pública"; el interventor del Consejo Escolar Sebastián Nasif y los consejeros Mónica Berzoni y Jorge Galian, será procesados por el incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Por parte de las familias de las víctimas, lamentaron que hayan quedado afuera del expediente los "responsables políticos" de la tragedia, donde se incluye a la exgobernadora María Eugenia Vidal.
“Hace 5 años que perdí a mi papá Rubén Orlando Rodríguez, hace 5 años que una parte de mí se siente vacía, hace 5 años que seguimos pidiendo justicia por Sandra y Rubén”, expresó Maia Rodríguez, de 17 años.
El juicio se extenderá hasta el 22 de septiembre y habrá audiencias todos los lunes, miércoles y viernes. Está previsto que el veredicto se conozca recién en octubre.
¿Qué sucedió esa mañana trágica?
El 2 de agosto de 2018 a las 8.06 una pérdida de gas en la Escuela Primaria N°49 "Nicolás Avellaneda" de Moreno produjo una explosión que le costó la vida a la vicedirectora Sandra Calamano y al auxiliar Rubén Rodríguez en momentos en que estaban preparando el desayuno para los alumnos que tenían que ingresar 25 minutos después.
"Recuerdo que ese día me desperté y él me preguntó qué iba a desayunar. Recuerdo haberle dicho 'papá no vayas a trabajar' pero él me dijo que no podía faltar porque tenía que ir a prepararle el desayuno a los chicos, así como yo debía ir a mi escuela", señaló Maia Rodríguez.
Por su parte, el hermano del trabajador auxiliar recordó que “aquel día Rubén dejó de ir a una actividad que tenía en el gremio para no dejar sola a Sandra abriendo la escuela y sirviendo el mate cocido a los chicos. Mi hermano hacía 25 años que trabajaba cocinando y haciendo tareas de mantenimiento en la escuela, pero además daba clases de carpintería en el Centro de Formación Profesional 403 en la CTA".
Rodríguez describe a su hermano como "una persona muy solidaria, muy comprometida con lo que hacía y con su comunidad” al punto que muchas veces "iba a trabajar los sábados para cocinarle a los pibes" durante las jornadas de patios abiertos o campamentos; y otras "terminaba poniendo plata de su bolsillo porque se quedaba contento sólo con ver la alegría de los chicos".
Muertes anunciadas
Las autoridades de dicho establecimiento educativo habían notificado al Consejo Escolar sobre el persistente olor a gas al menos cinco veces desde principios del ciclo lectivo 2018 y el día anterior había estado en el establecimiento el gasista imputado para arreglar la fuga, enviado por las autoridades provinciales.
En diálogo con Télam, Mariana Cattaneo, secretaria de formación político sindical de Suteba que en 2018 era secretaria general de ese gremio en Moreno, aseguró que "la tragedia de Moreno para nosotros fue la corroboración brutal de que el ajuste, la desidia y el abandono, matan".
"Los docentes se pusieron al hombro los problemas de infraestructura, pero a los funcionarios no les importó nada. Ese abandono, esa desidia, ese no oír lo que se les estaba diciendo era 'una crónica de una muerte anunciada'. La consecuencia fue la muerte de Sandra y Rubén y tampoco les importó porque se quiso tapar todo y estos funcionarios siguieron trabajando como si nada, no fueron separados de sus cargos ni siquiera para investigarlos", agregó.
Cattaneo recordó que el Consejo Escolar de Moreno estaba intervenido desde 2017, por lo que las autoridades provinciales de entonces "estaban mirando directamente el distrito; no pueden decir que no sabían cuál era la situación" en un contexto en el que "Vidal, desde su asunción, había paralizado las obras de construcción de nuevas escuelas y dejado de dar respuesta a los problemas de infraestructura".
A su vez, remarcó que "fue un antes y un después pero también en el sentido de que ese 2 de agosto se rompió esa tranquilidad que existía dentro de nuestras comunidades, de que cuando dejás a tu hijo o a tu hija en la escuela y te vas a trabajar, queda seguro. Esta idea tremenda de que se puede morir en la escuela no la teníamos en nuestra cabeza".
La dirigente gremial, como los familiares de las víctimas, lamentó que hayan quedado afuera del expediente los "responsables políticos" de la tragedia, grupo en el que incluyen al exdirector provincial de consejos escolares Marcelo Di Mario, al exdirector general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires Gabriel Sánchez Zinny, a la exgobernadora María Eugenia Vidal y al exministro de Educación de la Nación Alejandro Finocchiaro.