La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), liderada por Gerardo Martínez, cerró un 29% en su reapertura de negociación paritaria, el cual sumado al 76% acordado hasta noviembre alcanza un aumento anual del 105%. El acuerdo fue pactado con la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) y beneficia a los más de 430 mil trabajadores constructores de todo el país, quienes están registrados bajo el convenio colectivo de trabajo (CCT) 76/75 y 2022/10.
El nuevo incremento del 29% se percibirá en cuatro tramos conformados de la siguiente forma: un 8% en diciembre, un 8% en enero de 2023, un 8% en febrero y un 5% en marzo. La UOCRA se suma al listado de los gremios que rompieron el techo del 100%, junto a el sindicato del Seguro, Obreros Marítimos Unidos, trabajadores de la Carne y Petroleros.
Según manifestó el líder sindical de la UOCRA, la preocupación hoy pasa “por la inflación, aunque con este tema es poco y nada lo que podemos hacer tanto los trabajadores como la dirigencia gremial”. Al tiempo que aseveró que “esta es una variable que le compete al Gobierno y a los empresarios y, en cierta medida, a la oposición”.
A su vez, Martínez se refirió a que “hay que generar un modelo exportador con un plan de desarrollo estratégico, basado en un consenso político hacia adentro y hacia afuera que nos permita ganar mercados en base a productos y servicios competitivos”.
La UOCRA sobre las cooperativas de trabajo
Además de firmar su importante acuerdo salarial, el gremio se manifestó sobre el rol de las cooperativas de trabajo y su acceso a la obra pública, debido a que el Gobierno definió la posibilidad de que puedan acceder con un porcentaje del 30%. Para la UOCRA, la decisión del Gobierno nacional comandada por Alberto Fernández fue correcta ya que consideró que hay varios sectores que se constituyen como una transición de la informalidad hacia la formalidad laboral.
En ese sentido, desde el gremio de los constructores resaltaron que “lo importante es que ese proceso se dé bajó los lineamientos de una transición justa, en un marco legal regido por el acceso efectivo a las condiciones laborales y convencionales vigentes en cada actividad, que evite el fraude laboral y garantice ingresos justos, acceso a derechos y trabajo formal”.
“El surgimiento y el rol de las cooperativas de trabajo se produjo como una respuesta legítima de diferentes actores sociales frente a la necesidad de amplios sectores de la sociedad que se encuentran fuera del sistema laboral formal y han cumplido un rol importante de contención, evitando que trabajadoras y trabajadores caigan en el abismo de la marginalidad social”, agregaron desde la UOCRA.
Por último, según aseguraron desde el sindicato el camino a seguir debe estar orientado “hacia un proceso superador que impida la precarización laboral e inserte a las y los trabajadores que las componen en un esquema de trabajo decente, formal y con acceso a todos los derechos laborales y sociales que les corresponden”.