OSDE a elecciones por primera vez en 50 años

Autocontrataciones e incompatibilidades en un negocio de más de U$S 3.500 millones por año.

Por Redacción

Hace 17 horas

OSDE tendrá elecciones el año que viene, por primera vez en su historia. A lo largo de sus 52 años, siempre hubo lista única en esta obra social, que sus competidores acusan de “prepaga encubierta”. Sin embargo, un grupo de exdirectivos y ejecutivos se presentará cuando venza el mandato de las actuales autoridades. La política de contrataciones, en el centro del conflicto.

La recientemente anunciada baja de las prestaciones del Hospital Italiano a los asociados del plan básico 210 de OSDE es la punta del iceberg del recorte de servicios que está haciendo la obra social para el conjunto de sus afiliados, a los que tampoco les está devolviendo parte de los aumentos indebidos, tal como les ordenó la justicia tras la denuncia del gobierno de Javier Milei.

Fuentes del sector, aseguraron que la motivación real del Consejo Directivo de OSDE es adecuar su funcionamiento a la desregulación total de las empresas de medicina prepaga que permitió el decretazo de Javier Milei DNU70/23. Pero OSDE es una asociación civil sin fines de lucro, no tiene accionistas, y los representantes de los asociados deberían surgir de elecciones periódicas, pero nunca se publica la convocatoria a través del Boletín Oficial.

De allí que los directivos mantienen sus cargos por tiempo indeterminado, por caso el actual presidente de la Comisión Directiva es Martín Pochat, que fue el tesorero de la gestión anterior. Pochat es el presidente del Grupo Pochat-Ksairi que, en 2021, compró el icónico concesionario, Car One. Curiosamente, un par de años antes, Pochat tenía tan solo dos concesionarios en sociedad con su hermano (en Mar del Plata y Pinamar). El salto patrimonial es gigante y coincide con el crecimiento de su influencia en OSDE.



Luis Fontana es el CEO de OSDE, y viene de ser director médico de la obra social. Marcelo Kamijo es gerente de Urgencias de OSDE y hace 30 años que trabaja allí. OSDE es un “financiador puro” del sistema de salud, no tiene infraestructura hospitalaria propia, contrata cada una de las prestaciones médicas que usan sus afiliados. Así, Pochat, Fontana, Alejandro Muller y otros administran aproximadamente 360 millones de dólares por mes.

Antecedentes recientes

En mayo pasado el Grupo Oroño, el principal conglomerado de centros de salud privados de Rosario dejó de atender a los afiliados de OSDE. También se hizo viral en las redes sociales la denuncia pública del médico cardiólogo Juan González Grima quien dejó de trabajar con OSDE porque no le  aprobaban los estudios necesarios para los pacientes y lo obligaban a trabajar en una ciudad más pequeña, para quedar inaccesible a la demanda de los pacientes.



El juzgado federal 2 de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, cuya titular es María Caccioppoli, le pidió a la fiscal federal, Josefina Minatta que investigue penalmente la administración de los fondos que hizo la empresa de medicina prepaga ante la posible comisión de "un delito de acción pública”. Pero OSDE se negó a cumplir con la requisitoria hasta que poco más tarde, la cámara decidió apartar a Caccioppoli, en otra muestra de la capacidad de lobby de la empresa.



Los nombres de los directivos se espejan en las sociedades de las empresas que contrata OSDE como prestadoras. En el ámbito de la medicina del dolor, OSDE paga los servicios de Kynartro, una sociedad compuesta por dos de sus principales directivos, Alejandro Muller y Marcelo Kamijo, junto a Juan Ignacio Fontana, uno de los hijos del CEO.

Marcelo Kamijo, Alejandro Muller, Federico López y Agustina Belaustegui, constituyeron en 2023 la empresa LKMB S.A cuyos objetivos de negocios van desde la instalación de clínicas y laboratorios hasta la importación de todo tipo de aparatología médica, no se sabe si OSDE ya contrató sus servicios. Kamijo, y Juan Ignacio Fontana también son socios en CIRAM SALUD S.A.

Juan Ignacio Fontana es, además, junto a sus hermanos Santiago Luis y María Florencia, titular de la gerenciadora de servicios de salud GROEP, a través de la cual subcontratan distintas especialidades y prestaciones. 

Otro tanto ocurre con las ambulancias de Acudir. Era una empresa pequeña, casi marginal, hasta que OSDE le financió, en plena pandemia, la compra de nuevas unidades con las que desplazó a los proveedores históricos, hasta quedarse con el grueso de la facturación, a expensas de Paramedic y Vittal.

Doble vara

Nada de esto -incompatibilidades, contrataciones indebidas- es nuevo. En 2021, una parte del directorio, disconforme con esas prácticas, presentó sendas denuncias ante la Superintendencia de Servicios de Salud (EX12638184-APN-SSS-MS-OSDE) y la Inspección General de Justicia (353437/9206506). La SSS regula el funcionamiento de todo el sector de la seguridad social y la IGJ el de las sociedades.

Las denuncias no avanzaron porque la empresa les ofreció a los rebeldes Guillermo Oberti, Carlos Vaccaro y Miguel Basmadjian, sendos acuerdos privados para que desistieran. Sin embargo, la documentación que consta en los expedientes, a la que accedió este medio, es tan profusa y detallada que ameritaba su continuidad de oficio. 

El actual superintendente es el ex OSDE, Gabriel Oriolo, quien recientemente ordenó la intervención de OSPRERA, la obra social de UATRE. ¿Investigará Oriolo a sus empleadores por más de tres décadas? ¿O fingirá demencia? Los “rebeldes”, mientras tanto, se trazaron un objetivo electoral, para intentar capitalizar el enojo de los afiliados.